Una encuesta de satisfacción realizada entre más de 2.000 clientes y turoperadores que han visitado Valle Romano ha dado como resultado una valoración de 9,30 puntos de media, sobre 10, para los greenes de este campo de golf, según afirma el gerente del campo de Estepona, Ildefonso Esquivel.
Tras los cuatro meses que han transcurrido desde la inauguración de Valle Romano, prácticamente la mayoría de los clientes muestran un alto grado de satisfacción cuando se les pregunta por el nivel de mantenimiento de los greenes. Actualmente acaban de salir de su fase de mantenimiento, que se realiza a través del pinchado, y las condiciones que muestran son muy óptimas, tanto para el nivel profesional, como para el día a día del amateur.
Ildefonso Esquivel, gerente del campo, afirma que “el cliente aprecia, en nuestro caso, que los greenes están muy sanos y que alcanzan muy buena velocidad también (llegamos a casi 10 pies), ya que ambos son factores decisivos a la hora de patear”.
La velocidad se calcula utilizando un aparato denominado Stimpmeter, que permite medir de una forma homogénea la velocidad de los greenes, basado en la distancia que rueda una bola después de deslizarse por una barra inclinada. El procedimiento está regulado por la USGA (United States Golf Association) y según este organismo, las diferentes categorías de velocidad de los greenes para competiciones es la siguiente:
- Mayor de 9,5 pies (2,89 m): greenes rápidos
- Entre 8,5–9,5 pies (2,59 -2,89 m): greenes medios
- Menor de 8,5 pies (2,59 m): greenes lentos
“Los greenes son el corazón del campo, afirma el gerente de Valle Romano, y los nuestros cuentan con el certificado de calidad de la USGA en cuanto a los parámetros de construcción. Puedes tener un campo bien mantenido, pero si en el green la bola no rueda bien hará que el cliente se queje y quede insatisfecho. Durante el recorrido, es precisamente en los hoyos donde más tiempo está el jugador. Por la calle no va todo el mundo, pero el green es paso obligatorio para el golfista”, añade Esquivel.
El césped de los greenes de Valle Romano es Agrostis, en su variedad A4.
La característica principal del Agrostis es la de adaptarse a cortes muy bajos, por su hábito de crecimiento rastrero; además, la variedad A4 produce menos broza que otras, tiene un crecimiento más recto y ofrece mayor resistencia a enfermedades.
Otra clave del éxito de los greenes de este campo de golf, además de por su construcción, es el mantenimiento que se realiza durante todo el año, que incluye dos pinchados anuales sacando la materia orgánica y ocho pinchazos de recebos livianos, que hacen que mantengan el nivel de calidad. El pinchado disminuye la capa de thatch (fieltro o colchón), facilitando una mejor aireación de la raíz de la planta. Además, desdynamica el terreno y ablanda el green, lo que permite una mejor filtración del agua.