Para realizar este estudio se monitorizaron, como se puede ver en la imagen, varios “greens de laboratorio”, todos ellos construidos según las especificaciones de la Norma USGA pero combinando distintos materiales y proporciones, y empleando en algunos de ellos la nueva malla AirDrain. Capas de arena, de grava, de geotextil, mallas plásticas, tuberías de drenaje y demás materiales permitieron estudiar un poco mejor el comportamiento del agua de riego.
Las conclusiones del estudio demuestran que la capacidad de retención de agua en greens que cuentan con esta malla específica es significativamente mayor, de dos a tres días, permitiendo de este modo una disposición mayor del agua en las capas superiores más próximas a las raíces del césped durante más tiempo. Esta situación permite reorganizar la planificación de los aportes de agua y economizarla, disminuyendo la frecuencia aumentando el tiempo entre dos riegos o disminuyendo el volumen de agua en cada uno.
Cada vez son más los estudios realizados, los materiales empleados y los sistemas patentados para contribuir a mejorar la utilización de uno de los más importantes bienes de que disponemos, el agua. Ya no sólo basta con emplear agua depurada o desalinizada, las medidas que adopten greenkeepers y gerentes deberán ser cada vez más efectivas y orientadas al uso eficiente de cada litro consumido. Los campos de golf deben ser, y en muchos casos ya son, ejemplos de gestión sostenible de este y de otros recursos naturales.