miércoles 22 de abril de 2009, 00:00h
Todos los cofrades que desde hace veintiocho años y medio hemos formado
parte de la familia del golf debemos guardar en el recuerdo, desgraciadamente desde hoy, la imagen del bonachón Antonio Jiménez Manteca, jefe de Prensa de El Corte Inglés y –lo más importante- amigo inconmensurable de absolutamente todos.
Llevaba algún tiempo malito pero se repuso y asistió muy emocionado al almuerzo que tras “el torneo” celebramos en el RACE el pasado 22 de septiembre, pasando la mayoría a saludarlo a la mesa presidencial con cotas máximas de afecto. Yo estaba a su derecha, como siempre, porque así lo quería Miguel Ángel Ximénez de Embún, presidente que fue de lo que hoy conocemos como Federación de Madrid de Golf, quien se inventó entonces un torneo para que jugaran los periodistas y fomentar así el amor por este deporte. Para hacerlo “a lo grande”, recurrió a El Corte Inglés como patrocinador y encontró a dos genios en la labor: Ángel de Barutell Farinós y Antonio Jiménez Manteca. Hubo tal fusión que nos hicimos ricos todos en amor al deporte y en amistad formidable.
Empezó todo hace veintiocho años y medio y una mayoría ignoraba si al golf
se jugaba con un balón de rugby o una pelota de frontón. Fue en Las Lomas.
Un libro estupendo de Teodoro Caderot que recopiló todas las ediciones de nuestro “Corte Inglés”, con fotos y resultados, no lo encuentro en esta urgencia aunque debe haberse escondido para llorar en silencio, recoge la ilusión de aquellos días, con Isabel Tenaille, Carmen Paredes, Carmen Tabar, Manuel Adrio, Daniel Asís, José Antonio Martín Mateos, Matías Prats, yo incluso en el largo etcétera que sería imposible recomponer.
Tan animoso, tan lleno de cariño, tan cordial y especial, Antonio Jiménez deja sin continuidad la siguiente página de nuestro golf. Falleció el 22 de abril de 2009, un día antes de cumplir 63 años. Descanse en paz. Todos los periodistas así lo deseamos y expresamos nuestro dolor a su esposa Mari Paz, y a su hijo Óscar Jiménez García, que trabaja en el diario Marca. Gracias
por todo, Antonio.