A Fernando Núñez se le encienden los ojos cuando habla de la Escuela de Zuasti. Es normal, él ha sido uno de los fundadores del club y uno de los padres, junto a Jesús María Arruti, de la Escuela Nacional. Su regreso a Zuasti ha revolucionado la Escuela con un objetivo claro: demostrar que la enseñanza clásica todavía es válida. Defensor de John Jacobs critica “la cultura del pelotazo” en la enseñanza actual, y salta cuando se le mencionan los métodos de la biomecánica. “Una clase de golf no dura más de cinco minutos porque lo demás es supervisar”, dice. Y añade que “ahora parece que lo antiguo es un desastre, que son sólo simples razonamientos del viejo John Jacobs, pero el tiempo nos dará la razón”.
El concepto de Escuela, para Fernando Núñez “no es una política de venta. No nos importa el número sino que aprendan porque si no, a los 8 años vienen y luego a los 13 se van”. Lo que se pretende en Zuasti, antiguo Centro de Tecnificación en Navarra, es enseñar el golf para toda la vida “y para eso es necesaria una disciplina”, dice Fernando, que insiste en que el objetivo es fomentar el golf, y como ejemplo pone los cinco años en los que ha estado enseñando en la Universidad Pública de Navarra. “Vivimos para el golf, no del golf” añade.
Para Fernando “la técnica no sobra y desde el minuto uno hay que ponerse serio para que luego sea divertido”, comenta, y asegura que es mejor aprender en grupo porque así “se quita la vergüenza y además es más barato”. La polémica más encendida llega cuando se habla de la biomecánica. “No necesito una máquina sino ver volar a la bola”, y cita a su maestro Jacobs cuando dice que “los manuales son para tontos que no saben nada”. La idea de Núñez es que “hay tantos swings como personas y no se puede enseñar una idea predeterminada o comparativa. Eso es un cáncer en el golf”. Hablando de esta política Fernando da un repaso a las tendencias. Primero con Nicklaus, que no apoyaba el palo, luego con Faldo, después con Colin y finalmente con Tiger. La conclusión de Fernando es clara: “hay que simplificar el golf”.
Tampoco se muestra nada partidario de la idea de las sensaciones en el golf. “Sensaciones 3 Betis 0”, comenta, y asegura que por muchas sensaciones que uno tenga si la bola no va donde tiene que ir no sirve de nada. En Zuasti, la Escuela apuesta por la tradición y la búsqueda de grandes jugadores. Los ejemplos son conocidos. Pedro Erice, ganador del último puntuable, o Ion García, campeón universitario 2006 y 2007 y campeón europeo Sub 21 en 2006 son algunos frutos de los tesoros guardados en Zuasti.