La cuarta jornada del International PIB Series de Riyadh quedará marcada como el día en que Josele Ballester, joven castellonense del Club de Campo del Mediterráneo, levantó su primer trofeo profesional. Con apenas 22 años y tras siete meses como jugador profesional, el español firmó una vuelta impecable de 65 golpes para alcanzar un total de -22 y conquistar un triunfo que le abre las puertas del Ranking Mundial y le otorga la confianza necesaria para empezar a consolidarse como una de las grandes promesas del golf internacional.
La tarjeta dominical de Ballester fue un ejemplo de control y madurez competitiva. Seis birdies sin error, tres en los nueve primeros hoyos y otros tres en el tramo final, reflejan un juego sólido y sin fisuras. El castellonense supo mantener la calma en los momentos clave, especialmente en los hoyos decisivos, donde aseguró la ventaja de dos golpes sobre el estadounidense Caleb Surratt, el jugador más joven del torneo. “Sabía que tenía que mantenerme paciente, no precipitarme y confiar en mi preparación. Este triunfo significa mucho para mí, es el resultado de meses de trabajo y sacrificio”, declaró Ballester tras recoger el trofeo.
El podio lo completó Surratt, que pese a un inicio fulgurante con 62 golpes en la primera jornada, no pudo sostener el ritmo en los días posteriores. Su 69 final le dejó en -19, un resultado notable pero insuficiente para frenar la consistencia del español. En tercera posición, Dean Burmester (-17) acusó la presión en la última jornada con un 71 que le apartó de la lucha directa por el título.
En cuarta posición se situó Richard Bland (-16), que con una ronda final de 68 demostró su experiencia y regularidad, aunque sin opciones reales de victoria. El grupo que cerró el Top-10, todos con -14, ofreció un espectáculo de gran nivel: Lucas Herbert brilló con un 64 en la última jornada, la mejor tarjeta del día entre los diez primeros; Jason Kokrak y Branden Grace firmaron 66 golpes que les permitieron mantenerse en la pelea; Tyrrell Hatton, tras un inicio prometedor, cedió terreno con un 68; Anthony Kim, en su regreso competitivo, mostró destellos de calidad pese a un 70 final; y Adrian Meronk, que había arrancado con un 62, no pudo mantener la intensidad y cerró con otro 70.
El análisis conjunto de los diez primeros clasificados refleja la importancia de la regularidad en un torneo de estas características. Mientras algunos jugadores alternaron rondas brillantes con otras discretas, Ballester mantuvo un patrón constante de excelencia: 66, 65, 66 y 65, una secuencia que habla de equilibrio y confianza.
En cuanto a la representación española, además del triunfo de Ballester, cabe destacar la actuación de David Puig, que terminó en la decimosexta posición con -11. El barcelonés firmó un torneo sólido, confirmando su progresión en el LIV y su capacidad para competir en escenarios de máxima exigencia. Por su parte, Luis Masaveu protagonizó una remontada en la última jornada con un brillante 66 que le permitió escalar hasta el Top-20 con -11. Su desempeño confirma que el golf español cuenta con una generación emergente capaz de dejar huella en el panorama internacional.
El triunfo de Ballester tiene un valor añadido: se convierte en su primera victoria profesional tras haber conquistado el US Open amateur, un título que ya lo había colocado en el mapa verde del golf mundial. Ahora, bajo el paraguas del equipo de Sergio García en el LIV, suma sus primeros puntos en el Ranking Mundial y abre un camino que promete grandes capítulos. “Este es solo el comienzo. Sé que queda mucho por aprender y mejorar, pero quiero seguir creciendo y demostrar que puedo competir contra los mejores”, afirmó el castellonense, visiblemente emocionado.
La International PIB Series de Riyadh deja así una huella imborrable en la carrera de Josele Ballester, que con apenas 22 años ya ha demostrado que tiene la madurez, el talento y la ambición necesarios para convertirse en uno de los grandes nombres del golf mundial. Su victoria no solo engrandece su palmarés, sino que también refuerza la presencia del golf español en el circuito internacional, con una generación que empieza a reclamar su lugar en la élite.