Mientras el foco mediático se concentra en el majestuoso Royal Portrush, donde se disputa el The Open, al otro lado del Atlántico, en el Old Greenwood Course del Tahoe Mountain Club en California, el Barracuda Championship ha arrancado con fuerza en su edición 2025. Este torneo del PGA Tour, que reparte cuatro millones de dólares en premios, se distingue por su formato de Stableford Modificado, que premia el juego agresivo y convierte cada jornada en una montaña rusa de emociones con puntos otorgados dependiendo de los golpes dados por cada jugador en cada hoyo.
Tras los primeros 18 hoyos, el estadounidense Ben Martin se ha colocado en lo más alto de la clasificación con +16 puntos. Por detrás de él Nick Watney y David Lipsky son segundos con +14 mientras que cerrando el Top-5 se sitúan hasta sei jugadores empatados con +13, Cameron Champ, Rico Hoey Joel Dhamen, Danny Walker, Dale Withnell y Todd Clements. Este empate múltiple en la cima refleja la volatilidad del sistema de puntuación, donde los birdies y eagles pueden catapultar a los jugadores en la tabla, mientras que los errores se penalizan severamente.
En cuanto a la representación española, la jornada ha dejado sensaciones encontradas. Alfredo García Heredia ha sido el mejor de los nuestros, firmando una tarjeta de +7 puntos, lo que lo sitúa en el puesto T41, empatado con otros cuatro jugadores. Ivan Cantero, que ha terminado hoy con una buena tarjeta de +6 es cuadragésimo sexto. Ambos han mostrado solidez en un campo exigente, diseñado por Jack Nicklaus, aunque necesitarán una segunda ronda más agresiva para escalar posiciones y acercarse a la zona noble y, sobre todo, para asgurars el corte de hoy viernes.
Por su parte el canario Rafa Cabrera Bello es nonagésimo primero con +2. Aunque su rendimiento ha sido algo más discreto, necesitará lo mejor de su juego para poder pasara el corte mientras que la nota más baja entre los españoles la ha protagonizado Manuel Elvira, que ha cerrado la jornada con -8 puntos, lo que lo deja en una posición comprometida y con la obligación de una remontada épica si quiere mantenerse en competición.
El Barracuda Championship, único evento del PGA Tour que utiliza este sistema de puntuación, se ha convertido en un escaparate para los jugadores que apuestan por el riesgo. La altitud del campo, situado a casi 2.000 metros sobre el nivel del mar, favorece los drives largos, pero también exige precisión en los golpes de aproximación y temple en los greenes. La jornada inaugural ha sido un claro ejemplo de ello, con constantes cambios en la clasificación y actuaciones destacadas de jugadores menos habituales en los focos.
Con tres rondas aún por disputarse, todo está abierto. La igualdad en la parte alta de la tabla promete una lucha encarnizada por el título, mientras que los españoles buscarán mejorar sus registros y colarse entre los protagonistas del fin de semana. El Barracuda Championship sigue demostrando que, aunque coincida con un major, tiene personalidad propia y ofrece espectáculo garantizado.
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