Collin Morikawa, actual número 4 del mundo, atraviesa una etapa de inestabilidad poco habitual en su carrera, marcada por cambios consecutivos en su equipo de trabajo, especialmente en la figura clave del caddie. Tras una relación larga y exitosa con J.J. Jakovac, con quien conquistó sus dos majors —el PGA Championship en 2020 y The Open en 2021— y cinco títulos más en el PGA Tour, Morikawa sorprendió al anunciar su separación de Jakovac a finales de abril de 2025. La decisión, según explicó el propio jugador, no obedecía a una ruptura personal, sino a la necesidad de “un cambio de energía” y de explorar nuevas dinámicas dentro del campo. La noticia causó revuelo en el circuito, ya que Jakovac había sido una figura fundamental en el ascenso meteórico de Morikawa desde su debut profesional en 2019.
En su búsqueda de una nueva conexión, Morikawa recurrió a Joe Greiner, un caddie con amplia experiencia y reputación, conocido por haber trabajado durante seis años con Max Homa y por haber sido parte del equipo que ayudó a Justin Thomas a romper su sequía de victorias en el RBC Heritage. La elección parecía prometedora: Greiner aportaba conocimiento, temple y una visión táctica contrastada. Sin embargo, la sociedad no funcionó como se esperaba. En apenas cinco torneos juntos, los resultados fueron discretos: un 17º en el Truist Championship, un 50º en el PGA Championship, un 20º en el Memorial, un 23º en el U.S. Open y un 42º en el Travelers Championship. Aunque Morikawa logró superar el corte en todos esos eventos, su rendimiento estuvo lejos del nivel que lo ha caracterizado como uno de los jugadores más consistentes del circuito.
La ruptura con Greiner se produce justo antes del Rocket Mortgage Classic en Detroit, esta semana y Morikawa fue claro al explicar los motivos: “Joe es un caddie increíble, pero simplemente no estábamos en la misma página. No se trata de que uno tenga razón y el otro esté equivocado, pero para mí no se sentía bien. Necesito explorar otras opciones”. Estas palabras reflejan la importancia que Morikawa otorga a la química y la sintonía emocional con su caddie, una relación que en el golf profesional puede ser tan determinante como el propio swing.
Para cubrir la vacante de forma provisional, Morikawa ha recurrido a un viejo conocido: K.K. Limbhasut, su excompañero de equipo en la Universidad de California y actual jugador del Korn Ferry Tour. La elección de Limbhasut, aunque temporal, tiene sentido desde el punto de vista emocional y estratégico. Ambos compartieron años de formación y conocen bien sus respectivas personalidades y estilos de juego. Morikawa declaró que agradece la disposición de su amigo para ayudarlo en este momento de transición y que espera “pasarlo bien” durante el torneo, aunque dejó claro que aún no ha decidido quién será su caddie permanente para el resto de la temporada, incluyendo el Open Championship en Royal Portrush.
Este vaivén de caddies ha generado preguntas sobre el momento actual de Morikawa, quien no gana un torneo desde el Zozo Championship en octubre de 2023. Aunque su posición en el ranking mundial sigue siendo privilegiada, su falta de victorias recientes y los cambios en su entorno inmediato podrían estar afectando su confianza y su rendimiento. En un deporte donde la estabilidad emocional y la rutina son claves, la figura del caddie no es solo la de un asistente técnico, sino la de un confidente, un estratega y, en muchos casos, un ancla emocional.