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El Ojo del Sur

El dedo medio y sin un Colapinto

El dedo medio y sin un Colapinto

Por Matías Miguel Torge (Argentina)
miércoles 06 de noviembre de 2024, 19:01h

La semana pasada fue una semana intrascendente para el golf latino, más allá del buen 32º puesto del guatemalteco José Toledo en el BNI Indonesian Masters (evento perteneciente a la International Series y ganado por el canadiense Richard T. Lee) y el buen 29º de María Fassi en las Aramco Series de Riyadh (el evento individual fue ganado por la inglesa Charley Hull y la suiza Chiara Tamburlini se aseguró conseguir la Orden de Mérito de la gira). Por otra parte, si nos vamos al eje mundial, el TOTO Japan Classic fue ganado por la local Rio Takeda (luego de 6 hoyos de playoff con la estadounidense Marina Alex)... pero pasó con cierta intrascendencia. El eje central estuvo en algo que va más allá de lo que pueda pasar en este final de año golfístico, pensando en una tendencia preocupante.

Básicamente, el PGA Tour está pensando en reducir la cantidad de jugadores totalmente exentos para la temporada del 2026. ¿En cuánto? Bueno, los 100 mejores jugadores de la FedEx Cup pasarían a tener tarjeta completa. Y esto se busca, entre otras cosas, con el fin de mejorar el siempre controvertido ritmo de juego de la liga estadounidense (los campos para eventos que no son parte de los Torneos Signature serían de entre 120 y 144 jugadores). El tema es que en estas "mejoras" se complementarían con la reducción de multas para este problema tan controverido. Por otra parte, se incluye la eliminación de la gran mayoría de las clasificaciones de los lunes. A su vez, la serie de otoño perdería relevancia, las tarjetas del Korn Ferry Tour bajarían de 30 a 20 y las tarjetas del PGA Tour Q-School serían solamente 5 (no 5 y los empates en el quinto lugar, como viene pasando ahora). ¿Realmente es esta la solución?

Se imaginarán mi indignación, recordando la idea de la enorme paridad que existe en nuestro deporte. Realmente no tiene sentido ir por este lado, cuando el verdadero problema viene por la falta de severidad para sancionar al juego lento. Por lo tanto, se busca solucionar la problemática generando otro incendio que pega directamente en la línea de flotación de los espacios de jugadores emergentes: entre ellos, el querido golf latino.

Encima, con este contexto, las historias no terminan de explotar. Y lo decimos más allá de las recientes victorias del venezolano Jhonattan Vegas (en el 3M Open) y el colombiano Nicolás Echavarría (ZOZO Championship). Lamentablemente, si el contexto estadounidense sigue priorizando los Signature Events (sin contar los majors y el The Players Championship para este análisis), la mencionada "Serie de Otoño" sigue deshilachándose y los torneos que no están en este status terminan siendo desvalorizados injustamente... ¡por imposición implícita de quienes organizan todo esto! Para colmo, no hay preocupación por mejorar la masividad de la comunicación, tanto por la mayoría de los principales protagonistas como por la mayoría de nuestros principales comunicadores. No hay ganas de ir más allá. Así es difícil.

Tomemos como ejemplo Argentina, en este momento. ¿De qué se habla, fuera del fútbol? De un Franco Colapinto que cautiva al mundo del automovilismo, siendo simpático, histriónico, puro y carismático. Él mismo va generando historias porque (aparte de su talento) simplificó una burocracia que hacía irrelevante al mundo de los motores. ¿Quién representa ese espíritu, en el golf de esta parte del mundo? Por ahora, nadie agarra ese lugar. Por lo tanto, todo es más difícil SIN UN "COLAPINTO" golfístico que rompa el molde. Para colmo, parafraseando a nuestro querido amigo Joel Beall (periodista de Golf Digest, a quien hemos entrevistado anteriormente), los principales actores del golf nos siguen mostrando EL DEDO MEDIO a quienes amamos lo mágico de este deporte.

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