El norirlandés Rory McIlroy ha sido el encargado de marcar la diferencia tras la primera jornada del Arnold Palmer Invitational. El golfista europeo ya sabe lo que es ganar este torneo desde que en 2018 se impusiera con tres golpes de diferencia sobre Bryson DeChambeau quien, en esta oportunidad, no ejercerá la defensa del título.
McIlroy comenzó el torneo por el tee del 10 y en el 11 anotaba un bogey que supondría el único borrón en su primera cartulina. A partir de ahí los aciertos se sucederían. Tres birdies y un eagle para completar sus primeros nueve hoyos, y tres más en los segundos, le situaban al frente de la clasificación dejando dos golpes por detrás a los tres jugadores que ocupan la segunda plaza.
En cuanto a los españoles, ni Jon Rahm ni Sergio García alcanzaron a acercarse3 a los 65 golpes del británico. Rahm acabó siendo el mejor de los nuestros pero solo pudo terminar en tablas con el campo de Orlando donde invalidó sus cuatro birdies con otros tantos bogeys.
Por su parte García tuvo uno de sus peores comienzos de torneo. El de Borriol lamentó nada menos que cinco birdies en sus nueve primeros hoyos lo que provocó una situación muy difícil de remontar. Lo intentó en la segunda vuelta restando tres golpes, pero tampoco aquí faltaron los bogeys por lo que acabó con 75 golpes, tres por encima del par.
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