Queda poco más de un mes para que comience la Ryder Cup. Concretamente 36 días. Muy poco tiempo para quien todavía este buscando clasificarse para ser parte del equipo europeo. Algo más de cinco semanas de las que ya no tendrá que preocuparse Jon Rahm.
El vasco sabe que pase lo que pase estos días, él lucirá los colores de Europa en un equipo en el que saldrá como una de las piezas claves para que el engranaje le funcione a Padraig Harrington.
En esa maquinaría, Rahm tendrá mucho peso especifico. Sin duda es el jugador más en forma del equipo, y así lo aseveran las cifras. Prácticamente dobla en puntos a Tommy Fleetwood y Tyrrel Hatton, y no digamos ya a Rory McIlroy, cuarto de la lista en estos momentos.
Pero como siempre, la gran duda son las elecciones del capitán. Los tres ‘picks’, la terna que juegue gracias a la invitación de Harrington sigue siendo objeto de todo tipo de especulaciones y preguntas que se quedan en el aire. Especialmente la que nos permitiría saber si Sergio García será una de las apuestas personales del irlandés.
Lo que está claro es que las acciones de Sergio por formar parte del equipo por derecho propio no han funcionado. Ni siquiera su renuncia a los Juegos Olímpicos le han facilitado los réditos que esperaba conseguir para clasificarse. En la lista europea no ha conseguido medrar y se mantiene como el décimo octavo de los pretendientes, es decir, tiene fuera de su alcance entrar en el equipo por esa vía; y en los puntos del ranking mundial está semana ha bajado un puesto por lo que no le queda más remedio que encandilar al capitán para que cuente con él en Whistling Straits el próximo septiembre.
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