Con menos de 45 días para que el césped del Augusta National este perfecto para albergar por primera vez en su hitoria el Masters en el mes de noviembre, la preocupación ha llegado a muchos de los jugadores, a los aficionados -que este año no podrán estar en el campo siguiendo a los mejores jugadores del mundo- y al golf en general, que hace unos días se despertaba con estas imágenes del campo de Bobby Jones.
Javier Reviriego, director general del Real Club de Golf de Valderrama decía en Twitter que "Si esas fotos son de estos días me sorprende mucho. Parece que han fumigado la Bermuda para evitar que “compita” con el Rye-Grass (lógico). Todavía hace calor en Georgia y la Bermuda estaría fuerte. La semilla de Rye germina rápido pero hay cierto riesgo si vienen tormentas ovientos no previstos. También hay riesgo de enfermedades y poco margen para tratar. Eso si, los jugadores estrenarán césped...ni una chuleta en todo el campo".
En principio, la hierba volverá a estar verde en diez o quince días y el Masters se jugará con normalidad, aunque la foto, desde luego, impresiona. Este color de hierba es el normal en todos los meses de septiembre en este recorrido que habitualmente cierra sus puertas de octubre a mayo.
En estos días las cuadrillas de jardineros de Augusta comenzarán a sembarar las nuevas semillas del cesped si no han empezado ya y el campo estará casi perfecto y muy similar a lo que hemos visto durante las anteriores 83 ediciones en el mes de abril.
Según Luke Donald, "El sistema de calefacción que hay bajo el campo hará el resto y no habrá problemas. Losn greenes y las calles estarán perfectos", dijo, mientras que el ex número 1 del mundo, Rory McIlroy comentó que “Noviembre va a ser diferente. Va a hacer frío y el campo va a ser una parte fundamental en el devenir del torneo. Es posible que los greenes no estén tan rápidos como suelen estar en abril, todo va a depender de la humedad”, dijo.
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