Sin duda, el principal protagonista de esta edición de la Presidents Cup ha sido Tiger Woods. Y lo ha sido desde mucho antes de comenzar el evento. Desde que dio a conocer su decisión de autonombrarse jugador haciendo uso de sus elecciones como capitán. Una decisión que sorprendió al mundo pero que este fin de semana ha quedado sobradamente justificada.
Tiger fue el hombre esencial de su equipo. Un jugador que no quiso hacer prisioneros y que ganó los tres puntos que disputó, con los que eleva a 27 los ganados por él en esta competición. El último, esta madrugada, fue el que marcó la remontada del equipo de los Estados Unidos que terminó imponiéndose en seis de los partidos, dejando a los de Ernie Els la posibilidad de anotar solo dos puntos en la sesión dominical.
Merece la pena recordar el partido que enfrento a Tiger con el mexicano Abraham Ancer, por que dejó claro de que pasta está hecho el vigente campeón del Masters de Augusta. Un partido en el que el californiano se dedicó a recuperar los hoyos que le ganaba el azteca, hasta que, ya en la segunda vuelta, solo dejo meter baza una vez a su contrincante mientras el ganaba los seis hoyos que le permitían finiquitar el encuentro en el hoyo 16.
Por su parte, Patrick Reed, Dustin Johnson, Patrick Cantlay, Xander Schauffele y Webb Simpson siguieron los pasos de su capitán y ganaron sus respectivos partidos, mientras que, por parte de los internacionales, los dos puntos que subieron al marcador los anotaron Sungjae Im y Cameron Smith.
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