Jon Rahm ha hecho los deberes. Saliendo a siete golpes de la cabeza sabía que estaba lejos y tenía que apretar en un campo en el que eso precisamente penaliza. Sin embargo ""todo ha salido bien, hasta los que drives que no parecían. Son cosas que pasan", decía al terminar.
Para Jon han sido uno de esos días y ha reconocido que "ojalá juegue desde el tee así el resto del año porque realmente relaja mucho saber que vas a poner la bola en el sitio." Con este resultado desde las salidas, Jon Rahm ha comenzado con una priemra vuelta de tres birdies en los hoyo 4, 6 y 8 para cerrar los primeros nueve hoyo con -4 en total y acehcando ya al líder que todavía no había salido.
En la segunda vuelta, ha llegado la zona más caliente del campo, del 10 al 15, donde según Jon Rahm, "no es ninguna broma y el par es un buen resultado". De hecho tras cuatro pares, en el 15 llegó el primer error en un putt para cometer bogey. Pero el día no era para preocuparse. El 17, ese hoyo en el que todavía no tenía una muesca con par y bogey, pudo salir a lo grande y llegar de 2 para meter el putt y hacer birdie. En el 18, de nuevo birdie tras un putt de cinco metros. "Son putt metibles de 5-6 metros pero es difícil", aseguraba.
De la frustración del viernes ha pasado a estar de nuevo en la pelea. "Ayer después de comer con la familia ya se me había pasado el disgusto", decía Rahm. Ahora, desde una perspectiva más optimista ya piensa en poder luchar por la victoria y prefiere ir por delante, salir antes del partido estelar para lograr un efecto Tiger y que oigan lo que esté pasando".
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