Hay dos cosas que no debe hacer alguien que habla sobre golf so pena de merecer un terrible castigo en forma de golpe lateral o similar. Nunca debe apoyar el palo en la arena cuando esté en un “bunker”, y no debe citarse a sí mismo. Te juro que yo jamás toco la arena antes de golpear, y puede que golpee varias veces por esa terrible manía de la bola que consiste en no salir de la trampa de arena cuando se le pide. Del mismo modo, procuro no citar mis opiniones anteriores sobre el tema que sea, pero esta vez me voy a permitir una licencia.
Hace dos semanas os hablaba sobre las elecciones del capitán americano, y a la vez que opinaba que elegir a Tony Finau y a Bryson Dechambeau me parecía muy acertado, también dije que me alegraba de que los otros dos elegidos fueran Phil Mickelson y Tiger Woods.
Parecerá, dije entonces, que quiero que América gane la Ryder que ahora acaba de celebrarse y acto seguido dije que no, que precisamente me gustaban esas elecciones porque quería que ganara Europa. Seguí con un repaso a las Ryder jugadas por ambos y a sus escasos éxitos. Phil había jugado once y ganado tres hasta ese momento, por siete jugadas y una ganada si nos fijamos en Tiger.
Como ves, esta ha sido una de esas raras ocasiones en que el que hace vaticinios acierta con lo que predice, y el hecho es que estos dos americanos míticos no han conseguido ni un solo punto aunque han sumado seis partidos entre ambos. He sido siempre seguidor de Mickelson por la espectacularidad de su juego corto y aunque no me gustaba el dominio avasallador de Woods, no dejo de reconocer que ha sido un monstruo de este deporte, pero me alegro de su fracaso por lo que supone de victoria para los nuestros, y creo que mucho tienen que cambiar las cosas para que les veamos de nuevo como jugadores en un equipo de Ryder Cup.
En fin, hecha esta nueva predicción, felicitemos a los nuestros y como hacen los pamplonicas cuando acaban los Sanfermines, podemos empezar a contar lo que falta para la próxima Ryder.
Si (
No(
