Tiger Woods ya está en Augusta y llega como unos de los favoritos. Su reaparición en 2018 con un segundo puesto en el Valspar Championship y un quinto en el Arnold Palmer Invitational han alimentado las apuestas.
Tiger es consicente y reconoce que llega para ganar, como siempre, y además en un lugar que le encanta y que ha ganado en cuatro ocasiones. Tras su triunfo en el 97, luego llegaron los de 2001, 2002 y 2005, pero su gran logro ahora mismo, reconoce, es haberse recuperado de tres años de muchas sombras y lesiones.
La espalda le ha hecho mucho daño a Tiger, pero ha regresado, después de mucho trabajo, sin dolor, y además con una velocidad de swing admirable. "El año pasado vine a la cena de campeones y no podía ni sentarme", recuerda. Ahora quiere poner en práctica ese swing en uno de sus escenarios preferidos. "He visto tres Masters por televisión pero es más divertido jugarlo", asegura.
Tiger se sabe observado y por eso afila su sonrisa.
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