Semana fantástica para el golf con un nombre propio, Tiger Woods, que ha regresado tras 10 meses de ausencia en la competición y lo ha hecho dejando buen sabor deboca, hablando de éxito y en un top ten de una prueba de 18 estrellas que han acompañado al propio protagonista.
Con 2 eagles, 17 birdies, 11 bogeys y un doble bogey, precisamente en la última ronda, Tiger ha terminado con un total de -8 en novena posición y ha vuelto a alimentar la esperanza para los más nostálgicos de un número uno dominador.
El regreso de Tiger y su actuación es cierto que no ha sido como la del año pasado, antepenúltimo, en un estreno que no fue bueno y que con un calendario exigente le obligó a volver al retiro.
La impresión es que el ex número uno del mundo se ha preparado mejor, con más detalle, y ahora quiere hacer una planificación más prudente. Tiger siempre irá a ganar, pero debe ser consciente de que ahora debe cuidarse más y encontrar su sitio en este nuevo mundo.
Las claves se las han dicho en esta misma cita, con un Rickie Fowler que ha firmado 61 golpes con once birdies sin errores en la última ronda, y un Jordan Spieth segundo que quiere más. Son dos de los nombres que no dejarán paso tan fácilmente ni siquiera a un Tiger llamando a la puerta. Woods reaparece y el golf mundial vuelve a recalcular una ruta que se promete apasionante.
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