No hemos dado ni una. El campeón del Masters no estaba en las quinielas. La llegada de un europeo, que no ganaba desde que lo hiciera Olazábal en 1999 no entraba en los planes de casi nadie y sólo el nombre de Rory McIlroy planeaba en las apuestas. El "día surrealista" de Danny Willett confirma que el golf, y sobre todo el Masters, es pura emoción.
El insultante control racional de Jordan Spieth en Augusta parecía contradecir una de las reglas del golf. La emoción y la intensidad de cada golpe dejaban paso a una máquina que el primer día firmaba 66 golpes sin errores. El defensor del título parecía encaminarse a su segunda Chaqueta Verde. Las apuestas que lo ponían de favorito alzaban el pulgar y señalaban su nombre escrito en la espalda, mostrando su sabiduría en esto del golf.
Augusta tenía guardadas varias sorpresas y a pesar de que tardaron en llegar fueron especialmente inesperadas. Tras dos jornadas dubitativas, con Jordan Spieth abriendo la puerta a sus perseguidores como esperando a que llegaran puntuales a la cita de este Masters, llegó el último día con una primera vuelta otra vez matemática, con cinco birdies y un bogey.
Pero llegó el surrealismo del golf. El subconsciente quedó liberado y comenzó la emoción del Masters y las volatilidades de Augusta, que en un momento te da y te quita. Tenía que ser el Amen Corner y en concreto el hoyo 12 el que destara esa camisa de fuerza. Un cuádruple bogey de Jordan Spieth, unido a "uno de esos días" de Danny Willett, daban la campanada.
El inglés reconocía que "ha sido un día surrealista", con 67 golpes sin errores, partiendo a tres golpes del líder y terminando con tres golpes de ventaja sobre Spieth y Westwood. Las apuestas perdían papel, con el defensor intentando reaccionar, con Rory McIlroy sin química, y con el número 1, Jason Day, sin encontrar un rumbo definido.
Ha quedado demostrado que el Masters y por supuesto el golf, es surrealista, una característica que aporta todavía más interés y emoción a este deporte. Se podría decir, como en otros deportes, que golf es golf.