De los cuatro semifinalistas a priori parecía que Rory McIlroy partía como principal candidato a llegar al último partido y a ganar el torneo. Su condición de numero uno del mundo le daba esa ventaja pero también su manera de jugar, sobre todo en los dos últimos partidos disputados donde al final, y gracias a su clase, consiguió espectaculares victorias frente a Paul Casey, al que ganó en el hoyo 22 y a Jim Furyk que aunque estuvo a punto de ganar cayó finalmente ante el norirlandés.
Y es que McIlroy estuvo contra las cuerdas hasta el hoyo 16 con un Furyk muy entonado, jugando muy bien y demostrando que Rory no lo iba a tener nada fácil. En el hoyo 15, con cuatro por jugar, Furyk firmó un espectacular birdie que le ponía por encima con McIlroy sabiendo que tenía que reaccionar si quería estar en la final de esta tarde.
En el 16 ambos firmaron birdie con una espectacular recuperación que McIlroy hizo desde el rough firmando como Furyk el birdie y dejándose todo el trabajo para el final con la obligación de levantar un hoyo si quería seguir adelante. En el 17, el último par tres del recorrido Jim Furyk salió primero y dejó su bola a unos ocho metros del hoyo ero entoncés McIlroy sacó toda su garra y dejó la bola casi dada para birdie empatando el match y poniendo todo de su parte en un par 5 donde los pegadores tienen mucha ventaja.
Y así fue. Dos buenas salidas y un enorme segundo golpe desde el rough de McIlroy que dejó su bola en green mientras que el norteamericano desde la izquierda del green, en un rough muy alto, fallaba su approach para dejarse una opción de birdie más imposible que real. Pero McIlroy quería terminar por la vía rápida y con un putt de unos quince metros terminaba con los sueños de Furyk que veía como el número 1 del mundo finalizaba con un eagle y con todas sus opciones de estar en la gran final.
Un ultimo partido en el que también estará por méritos propios uno de los que mejor han jugado esta semana. Y es que el estadounidense Gary Woodland, que se ganó su pase a octavos tras dejar fuera en su grupo de Round Robin a Poulter, Walker y Simpson, se vio las caras en octavos y cuartos con dos excelentes jugadores, Marck Leishman, al que ganó por 2&1 y John Senden, al que derrotó por un contundente 5&3 que le llevó a las semifinales contra el inglés Danny Willet. En teoría un emparejamiento muy abierto y con opciones para ambos.
Pero finalmente la victoria fue para Gary Woodland que derrotó a Willet por 3&2 firmando una tarjeta con cuatro birdies y ningún error que le dieron la victoria y una posición estelar en la gran final en la que se verá con un hueso duro de roer como Rory McIlroy y en donde claramente no saldrá como favoritos, quizá una situación que de alguna manera también le beneficie.
Si (
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