Tras el hoyo 11 Tiger y su caddie se dirigieron directamente al aparcamiento. Le colocaron su bolsa en el asiento de atrás y con bastante dificultad el ex número uno del mundo se subió a su Porsche Cayenne y salió raudo a su casa. Antes, apenas unas palabras hablando de lo que había sentido, de como se había sentido y de lo que sentía tras su tercera retirada en los ocho últimos torneos disputados. Demasiado sentimiento.
Y es que Tiger parece -muy lejos de lo que decía antes de que comenzara a disputar el Phoenix Open- que cada vez está peor. Tras seis meses de casi inactividad, de una operación en la espalda, de cambio de entrenador y de muchas preocupaciones por parte de la industria del golf, la PGA y la alta competición, Tiger sigue con muchos problemas físicos, pero da la sensación que también con bastantes problemas psicológicos derivados de la operación y del miedo a una posible recaída.
Tras su retirada en el hoyo 11, en el que ha hecho un doble bogey, Woods ha comentado que se sentía "frustrado y contrariado por lo que había pasado", que "sentía su retirada y que había notado tras haber calentado previamente a la salida y tras un parón por la niebla que tras volver a calentar las cosas no estaban bien y que sus glúteos estaban bloqueados". Y, desde luego ,ya desde el hoyo 3 a Tiger no se le ha visto cómodo y el giro en su swing no era ni mucho menos natural.
Pero quizá lo más preocupante sea que Tiger no se ha agachado ni una sola vez a recoger un tee desde los golpes de salida y le costaba un mundo coger su bola del hoyo. Visto lo visto parece que los glúteos y luego la espalda han sufrido mucho en estos hoyos que ha jugado más por vergüenza torera que por otra cosa por Tiger no está para jugar 18 hoyos al nivel que exige un circuito como este.
Las consecuencias de esta retirada es que Tiger seguirá bajando en el Ranking Mundial, seguirá, seguramente, perdiendo confianza de cara a su recuperación total y la vuelta en plenas condiciones cada vez será más díficil. da la sensación que Tiger necesita tiempo para ponerse en forma, recuperar sensaciones y volver a jugar a un nivel que él mismo se exige. Otra cosa podría valerle a otro pero no a un Tiger que sigue diciendo que aspira a todo, que quiere volver a luchar por los títulos y que quiere seguir vendiendo un producto que no pasa por sus mejores momentos.