Vayamos de atrás para delante. Y es que teniendo la herida abierta tan reciente, cuesta rememorar y casi pierde importancia todo lo que pasó en estos cuatro días anteriores cuando Carlota, con cuatro muy buenas vueltas de 70, 67, 71 y 70 golpes, terminaba con -10 como colider del último torneo de la temporada empatada con la neocelandesa Lydia Ko que, además, se jugaba la victoria en el CME Group y la paraguaya Julieta Granada que, tras una semana espectacular de juego y casi líder durante todo el torneo, buscaba su segunda victoria en la LPGA norteamericana.
Tras terminar las tres empatadas con diez bajo par, el Play-Off iba a cerrar una temporada que hasta esta semana no había tenido ganadoras españolas a excepción del triunfo colectivo de nuestras cuatro mejores jugadoras en la primera edición del International Crown, que se saldó con un triunfo épico de Carlota Ciganda, Azahara Muñoz, Beatriz Recari y Belén Mozo.
Pero ninguna de las cuatro logró una victoria este año en el circuito más duro del mundo a nivel individual. Si lo lograba Azahara Muñoz en el Open de Francia que, como el resto de las españolas, estaban esperando en el green del 18 a que Carlota lograra una victoria que para ella sería fundamental a la hora de seguir cumpliendo objetivos. En el primer hoyo del Play-off, las tres jugadoras lograron el par del hoyo 18. En el segundo, con un putt fallado de apenas un metro, la paraguaya, casi entre lágrimas, decía adiós a sus posibilidades de victoria después de un torneo espectacular.
Tras la eliminación de la sudamericana el título estaba al 50% entre Ko, que si ganaba, ganaría también el CME Group Tour Championship, y la navarra Carlota Ciganda. La española salía desde el tee con la madera tres y Ko con el driver. Entre ellas casi 50 metros de diferencia que luego se notaban en el segundo golpe. Mientras que la neocelandesa usaba el híbrido 4 para dejar su bola a seis metros de la bandera, Carlota, con un hierro 9, dejaba la suya a apenas metro y medio del agujero. La victoria estaba casi en el bote, pensábamos todos.
Ko pateó bien pero dejó su bola dada a falta del putt ganador de una Carlota que parecía, tensa, nerviosa e insegura, mirando y remirando la caída del golpe y agachando la cabeza, quizá intentando positivar todas sus sensaciones con un palo que en los últimos meses le ha dado bastantes problemas. Quizá por eso, hace unos días entrenaba con José María Olazábal intentando mejorar sus sensaciones con el putt.
La bola salió de su palo en dirección al hoyo pero no entró. Se fue por la derecha y con ella las posibilidades más reales de la española que vio como en el hoyo siguiente, el cuarto del Play-off tras otra gran salida con su potentísima madera 3 fallaba en su golpe de aproximación a la bandera terminando su bola bajo un arbusto y a apenas unos centímetros del agua. Ko, repitió casi de idéntica manera el golpe que había dado cinco minutos antes en el tercer hoyo de desempate y dejaba su bola a seis metros del hoyo, pero esta vez su rival tenía que hacer casi un milagro para hacer el par y seguir estirando el desempate.
Y buscando el milagro, Carlota se arrodilló para intentar dar un golpe "a lo Seve", pero eso sólo lo podía hacer él, así que la navarra cogió su driver se dropó dos palos e intentó pegar el mejor approach de su vida que se quedó a cincuenta centímetros de un hoyo en el que Lidia Ko había dejado su bola después de cuatro golpes para demostrar que es una de las mejores de la LPGA, que será número uno del mundo y que sólo ella sabe su límite. Igual que Carlota. Esta vez le tocó a la neocelandesa pero Carlota tendrá también en la LPGA su momento de gloría y no tardará mucho en llegar.