Paula Creamer no esconde sus cartas y considera fundamental la presión y aprovechar todos los medios para recuperar la Solheim Cup perdida en 2011 en Irlanda. "Hemos esperado dos años para traer la copa de vuelta a casa", dice, y asegura que "nunca hemos perdido en casa y tenemos que motivarnos por jugar con nuestra gente y añadir presión". Una declaración de intenciones con las que las europeas debe contar.