McIlroy necesita un buen torneo

A excepción del Cadillac Championship, torneo de los Campoenatos del Mundo, donde McIlroy acabó octavo con 10 bajo par y buenas sensaciones en su juego, el resto ha sido un auténtico desastre para el que era número uno del mundo hace un par de semanas.

Este año McIlroy ha jugado cinco torneos, uno correspondiente al Tour Europeo, en Abu Dhabi, donde no pasó el corte y acabó con dos tarjetas de 75 golpes, y cuatro en Estados Unidos, donde las cosas no le han ido mucho mejor.

Si comparamos sus cifras con las del año anterior a comienzos de temporada la situación parece mucho más dramática para él. En 2012 McIlroy jugó en Abu Dhabi un gran torneo. Entonces terminó 2º con 12 bajo par, embolsándose 231.000 euros (este año falló el corte).

En 2012, tras esa buena actuación en el desierto, viajó a Estados Unidos y jugó el Accenture Match Play, donde quedó segundo ganando 850.000 dólares, después disputó el Honda, que ganó con 12 bajo par embolsándose 1.026.000 dólares jugando después el Cadillac Championship donde terminó tercero con -14 y sumando de nuevo un buen pellizco, 516.000 dólares.

En total 2.392.000 dólares que, comparados con los 277.904 que lleva esta temporada, reflejan muy a las claras el cambio que está sufriendo McIlroy en sus cifas y la necesidad, casi acuciante, de llegar a Augusta en mejores condiciones que las que está, sobre todo teniendo en cuenta que el año pasado en el torneo de la Chaqueta Verde McIlroy terminó cuadragésimo con cuatro vueltas de 71, 69, 77 y 76 golpes.

Quizá por esa razón McIlroy, visto lo visto en el Shell Houston Open jugado esta semana donde ha terminado cuadragésimo quinto, sea uno de los protagonistas del Texas Valero Open que se juega siete días antes de que empieze el Masters de Augusta. En él McIlroy buscará nuevas y buenas senscaiones y sobre todo un golpe de efecto para llegar a Augusta con marchamo de favorito y con opciones de poder recuperar de nuevo el número uno del mundo.