Los favoritos decepcionan

El número dos del mundo, Rory McIlroy, y el número 7, Tiger Woods, han terminado con más pena que gloria el Masters de Augusta. SIn opciones de triunfo en ningún momento, han presentado unas tarjetas muy diferentes a lo esperado y ambos acaban con un total de +5 muy lejos de los primeros.

Tiger, con cuatro rondas de 72-75-72 y 74, el domingo ha vuelto a dejar dudas sobre su juego con cinco bogeys y tres birdies, y lo que es peor, ha dado una imagen de que sigue sin un rumbo fijo. De nuevo ha recurrido al mensaje de la paciencia y del trabajo, y eso que antes del Masters, con su victoria en Bay Hill, ya se le oía decir que estaba al cien por cien y que sentía que estaba preparado. No ha sido así.

McIlroy por su parte, también llegaba con fuerza. Su debacle el año pasado era un estímulo para hacerlo muy bien y así se presentaba en Augusta. Sin embargo, sus tarjeta de 71-69-77 y 76 le han dejado con +5 tras una última ronda de cinco bogeys, un doble bogey y tres birdies. El norirlandés afirmó que "este año sería diferente", y lo ha sido porque no ha peleado en ningún momento por la victoria.

Dos favoritos que han decepcionado y no han correspondido a todas las apuestas que apuntaban hacia ellos en la primera gran cita de la temporada.