Este ha sido un fin de semana que Taylor Moore no olvidará. El sábado firmó la ronda más baja de su carrera, 60 golpes, y de paso se adjudicó el record del campo; y el domingo logró mantener a raya a Erik Barnes para anotar su primera en el Korn Ferry Tour y asegurarse que la próxima temporada jugará el PGA Tour.
Animado por los buenos datos del sábado, el nuevo campeón recorrió los últimos dieciocho hoyos del Memorial Health Championship sin errores. Aguantando el liderato a fuerza de mantenerse alejado de los bogeys y restando los golpes que se le presentaban. Tres en la primera vuelta y otros tantos en la segunda mitad.
Mientras, su principal enemigo se iba alejando, aunque siguió jugando bajo par. Barnes compensó los dos bogeys que lamentaba con un eagle en el hoyo 16 y tres birdies para acabar con 68 golpes, pero a tres golpes de poder forzar el empate con el que empezaba el día.
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