Es verdad que Erik Van Rooyen ya sabe lo que es ganar en Europa. Lo ha hecho en el Challenge Tour, pero después de completar con 64 golpes la tercera ronda del Scandinavian Invitation, el sudafricano está a un paso de graduarse en la élite del golf europeo.
El líder del torneo nórdico lleva tres jornadas sin asomarse al par del campo, jugando por debajo de 70 golpes, y eso le ha facilitado mucho el escalar hasta tomar las riendas en una jornada del movimiento bien aprovechada, pero en la que tampoco fue capaz de escapar de los bogeys. Uno sumó el primer día, ayer un doble bogey, y hoy dos golpes por los fallos de los hoyos 2 y 5.
Por lo demás, pocos secretos guarda el campo sueco para el golfista de Johannesburgo. Hoy han sido ocho los golpes que ha terminado restado, incluidos los birdies de los hoyo 3 y 18 donde aún no ha fallado en los tres días que lleva disputados.
A pesar de que los números le acompañan, aún le queda trabajo para alcanzar su objetivo. A un golpe tiene al australiano Wade Ormsby, ganador del UBS Hong Kong Open en 2018, y que después del pinchazo de ayer se ha recuperado con una vuelta de 65 golpes que le han permitido ganar cuatro puestos. También el chino Ashun Wu y el inglés Matthew Fitzpatrick que hoy perdió el liderato después de firmar 69 golpes gracias al eagle del 18.
En cuanto a los españoles, Iván Cantero sigue con su buena progresión en el European Tour y se sitúa dentro de los 20 primeros. Más abajo, Cañizares, Virto y Fernández-Castaño, han tenido un aprovechamiento desigual de la ronda sabatina.