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Hasta la fecha, es el único español que ha ganado el abierto británico

Cuarenta años de la primera Jarra de Clarete de Seve

Cuarenta años de la primera Jarra de Clarete de Seve

lunes 15 de julio de 2019, 12:36h

Cuarenta años han pasado desde que Severiano Ballesteros cambió para siempre la historia del golf español. Un aniversario que los amantes de la cabalística seguramente encuentren especialmente de su agrado porque este año coincide que el domingo, el día que concluyó la 148º edición de The Open en Royal Purthurst,el 21 de julio.

Una bonita coincidencia. Sobre todo, si es un español quien acaba con este largo periodo en el que el golf español dejó de beber en Jarra de Clarete tras la victoria de Seve en 1988. Esta sería la tercera y última vez que el genial cántabro subiera al podio del único major que se juega en Europa.

Pero volviendo atrás en el tiempo, ese 21 de julio de 1979 cuando Ballesteros lograba su primer abierto británico la gente estaba tan convencida de que el joven español podría lograrlo, a pesar de se lo jugaba con Jack Nicklaus y Ben Crensahaw que, hasta su caddie, Dave Musgrove, apostó una libras a su favor. Dos putts en el 18 y Seve empezaba a gestar su leyenda al tiempo que hacía un poco más rico a su caddie. De aquella victoria también nos queda el famoso golpe desde el aparcamiento del hoyo 16 de Royal Lytham.

Cinco años más tarde, el de Pedreña repetiría su gesta. Esta vez en St. Andrews, el campo donde seis años antes su hermano Manolo pensó que podría haber ganado el torneo que se adjudicó Jack Nicklaus. De esta victoria de Severiano nos quedan los magistrales 276 golpes que sumó a su casillero, que acabó en -12 pero, sobre todo, la celebración tras embocar su último putt y que se ha convertido en la imagen más icónica del golf. Tanto es así, que Seve llegó a tatuársela, convirtiéndola en un signo inconfundible.

En 1988, y como si pretendiese cerrar el círculo, Ballesteros firmaba el triplete donde todo empezó, en Royal Lytham & St. Annes Golf Club, en una edición que marcaría otro hito histórico en el The Open. Por primera vez, en 128 años de historia, el torneo acababa en lunes por culpa de las torrenciales lluvias que cayeron sobre el recorrido del condado de Lancanshire. Una circunstancia que a Ballesteros no pareció importarle. Al contrario, el lunes le posibilitó firmar su mejor resultado de la semana y terminar con los 65 golpes que le convertían en el propietario de tres Jarras de Clarete.

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