Tiger Woods acaba su primera cita en 2018 y su estreno en el PGA Tour un año después con buenas sensaciones. Cuatro rondas de 72-71-70 y 72 golpes, el exnúmero uno del mundo ha logrado no hacer sobre par después de pelear por pasar el corte el viernes.
Woods, que ha demostrado un buen tono con el juego corto, se ha mostrado contento con su actuación sobre todo alrededor de green.
Las salidas con el drive, sin embargo, han dado muestras de necesitar algunas mejoras.
El propio Tiger ha reconocido que tiene que trabajar todavía más, pero no ha especificado dónde, sino que se ha referido a la necesidad de mejorar en todo.
En la última ronda, vestido con su tradicional rojo y negro, Tiger ha peleado algo más de lo habitual en los greenes, y ha firmado tres birdies y dos bogeys en su primera vuelta, para hacer otro birdie en el hoyo 2 y dos bogeys en el 4 y en el 7, con dificultades para coger calles. De hecho, en las cuatro rondas tan sólo ha logrado 17 calles.
Una primera cita en un campo que conoce bien y que le da un buen impulso para este 2018, el año de su regreso a la competición. La siguiente cita el
Genesis Open de mediados de febrero.