Tenemos que darnos la enhorabuena porque lo que parecía probable ya es seguro, y tenemos un jugador profesional más que va a darnos muchas alegrías desde ya.
Se intuía que Rahm no iba a necesitar demasiado rodaje para hacerse un sitio en el PGA Tour y tras un U. S. Open en que fue el mejor amateur, se ha pasado a profesional y en la primera ocasión ya ha destacado. Empezó en la primera jornada con un sesenta y cuatro, siete abajo, que le colocaba en cabeza de la clasificación provisional y enfocaba la atención sobre él. Ha seguido los cuatro días amenazando a los veteranos y ha terminado el Torneo de Tiger empatado con Bill Haas en tercera posición. Jon Rahm es un fenómeno, eso no creo que nadie lo discuta, va a conseguir la tarjeta por la lista de ganancias de no miembros si es que no la logra con una victoria y va a reanimar el interés de la afición española que, por otro lado, tiene en Sergio García y en Rafa Cabrera dos buenos elementos siempre dispuestos para ganar sea el torneo que sea.
Rahm tiene un juego con pocas fisuras, le pega a la bola como si ésta le hubiera hecho algo, maneja los hierros y los “wedges” mejor que bien y no se pone nervioso al patear ni aunque el golpe sea muy transcendente. Creo que jugar en el charco de los peces grandes le va a hacer mucho bien, reafirmará su juego y corroborará lo que él mismo y todos nosotros sospechamos, que tiene un trabajo bien pagado para toda la vida. Esta semana disputará el Barracuda Championship, torneo paralelo al Bridgestone Invitational en el que no tiene plaza, y casi diría que es una bendición, porque se va a quitar de delante de un plumazo a las primeras espadas del PGA Tour, que estarán en el Campeonato del Mundo, con lo que sus posibilidades aumentan. En dos semanas tendrá que volar a las Islas Británicas para el Open, y un buen resultado en su segundo Grande consecutivo pero esta vez cobrando se sumará al tercer puesto de esta semana y le acercará mucho a la cantidad necesaria para tener tarjeta completa en 2017. En fin, como siempre decimos en estos casos, calma y tranquilidad, nada de presión y a disfrutar de un nuevo jugadorazo español que aspira a todo. Felicidades Jon.