La cuarta y definitiva jornada del Irish Open, disputada en el emblemático recorrido del K Club en Kildare, Irlanda, quedará grabada como una de las más emocionantes en la historia reciente del torneo. En un domingo vibrante, cargado de dramatismo y tensión, el norirlandés Rory McIlroy volvió a coronarse campeón del Abierto de su país nueve años después de su primer triunfo en este mismo escenario. Lo hizo tras imponerse en el tercer hoyo del desempate al sueco Joakim Lagergren, en una batalla que mantuvo en vilo a los miles de aficionados congregados en el campo y a los millones que siguieron la retransmisión desde todo el mundo. Y para los españoles con la satisfacción de ver a tres de los nuestros, Hidalgo, Cabrera Bello y Ayora en el Top-5 de la clasificación.
McIlroy, que comenzó la jornada a cuatro golpes del líder, protagonizó una remontada épica cimentada en una actuación brillante desde el tee y un temple extraordinario en los greenes. Su ronda final incluyó momentos de pura inspiración, como el eagle en el hoyo 18 que le permitió forzar el playoff, y un putt de birdie en el tercer hoyo extra que selló su victoria. “Ese eagle en el 18 para entrar en el desempate probablemente sea uno de los momentos más especiales de mi carrera”, confesó emocionado el número dos del mundo. “La energía del público, el ambiente, el hecho de estar en casa… todo se alineó para que fuera un día inolvidable”.
El duelo con Lagergren fue de altísimo nivel. El sueco, que también había comenzado la jornada con opciones limitadas, firmó una tarjeta de 66 golpes sin errores, con un eagle en el 16 y birdie en el 18 que le colocaron en cabeza provisional con -17. En los dos primeros hoyos del desempate, ambos jugadores lograron birdies, pero en el tercero, Lagergren erró su salida y acabó en el agua, mientras McIlroy dejaba su bola a escasos centímetros del hoyo para asegurar el triunfo. “Joakim ha jugado un torneo increíble. Me ha exigido lo mejor de mí, y eso hace que esta victoria sea aún más especial”, añadió Rory.
El torneo también dejó un sabor muy dulce para el golf español, que firmó una actuación colectiva sobresaliente. Ángel Hidalgo y Rafa Cabrera Bello compartieron la tercera plaza con -16, a solo un golpe del playoff. Hidalgo, con una espectacular ronda de 63 golpes el sábado, igualó el récord de birdies en una vuelta del circuito europeo, mientras Cabrera Bello mostró su experiencia y consistencia en todo momento.
Por su parte, el joven Ángel Ayora confirmó su progresión con una quinta posición en solitario, firmando una última vuelta de 68 golpes que le consolidan como una de las grandes promesas del golf nacional. Alfredo García Heredia, con un sólido rendimiento, rozó el top 10 y dejó claro que sigue siendo competitivo en los grandes escenarios. La presencia de cuatro españoles entre los quince primeros con tres de ellos en el Top-15 refleja el excelente momento que atraviesa el golf español en el DP World Tour.
La victoria de McIlroy supone su cuarto título de la temporada, tras sus triunfos en Pebble Beach, The Players y el histórico Masters de Augusta que le permitió completar el Grand Slam. Pero más allá del trofeo, el norirlandés valoró el impulso emocional que supone este triunfo de cara a los dos grandes compromisos que se avecinan: el BMW PGA Championship en Wentworth y la Ryder Cup en Bethpage Black. “Ganar aquí me da confianza, pero lo más importante es que siento que mi juego está donde debe estar. He mejorado desde el tee, estoy leyendo mejor los greenes… y eso es clave para lo que viene”, explicó.
En Wentworth, McIlroy se reunirá con once de los doce integrantes del equipo europeo de la Ryder Cup, en lo que será una suerte de ensayo general antes del gran enfrentamiento contra Estados Unidos. Solo Sepp Straka estará ausente. “Tenemos un equipo muy fuerte, más completo que el de Roma. Cada jugador ha crecido, ha ganado experiencia, y eso nos da más opciones tácticas. Ganar fuera de casa es muy difícil, pero creo que tenemos una oportunidad real”, afirmó Rory, que también destacó la importancia de la cohesión del grupo y la inspiración recibida por figuras como Novak Djokovic. “Nos habló en Roma sobre cómo manejar la presión de jugar fuera, y creo que podemos aprender mucho de su mentalidad”.
El Irish Open ha sido, en definitiva, una celebración del golf europeo en su máxima expresión. Un torneo que combinó emoción, calidad y una narrativa perfecta para encarar el tramo final de la temporada. La victoria de McIlroy, el gran papel de los españoles y la cercanía de la Ryder Cup convierten esta edición en una de las más memorables. El K Club volvió a ser testigo de la magia de Rory, y el golf continental se prepara para escribir nuevas páginas de gloria en las próximas semanas.
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