En la tercera jornada del Dow Championship, torneo por parejas del LPGA Tour que se celebra esta semana en el Midland Country Club de Michigan, la dupla formada por Sarah Schmelzel y Albane Valenzuela consolidó su liderato al firmar una ronda de 68 golpes (-2) en formato foursomes, alcanzando un total de 197 golpes (-13) tras tres jornadas. El formato foursomes, en el que las jugadoras se alternan golpeando la misma bola, suele generar tensiones y errores, pero esta pareja mostró una notable compenetración y regularidad que las llevó a mantener su ventaja al frente de la clasificación general.
La actuación de Schmelzel y Valenzuela fue consistente desde el inicio. Comenzaron con birdies en los hoyos 1, 6, 7 y 9, lo que les permitió colocarse rápidamente en una posición de control. A pesar de la dificultad del recorrido y del formato del día, lograron completar los nueve hoyos restantes con pares consecutivos, evitando errores costosos que sí afectaron a otras parejas líderes. La solidez mental y la química entre ambas golfistas fue clave para defender su posición y mantener a raya al resto de contendientes.
Detrás de ellas, otras parejas intentaron recortar distancias, pero no consiguieron cerrar la brecha de forma significativa. Algunas duplas firmaron tarjetas bajo par, pero no fue suficiente para arrebatarles el liderato. Entre las más destacadas estuvieron las estadounidenses Cheyenne Knight y Elizabeth Szokol, que tras un inicio fuerte el jueves han mantenido una trayectoria constante. Sin embargo, pequeñas imprecisiones en momentos críticos les impidieron alcanzar el -13 de las líderes.
En cuanto a la representación española, la jornada no fue especialmente positiva. Carlota Ciganda, quien hace pareja esta semana con la mexicana Gaby López, firmó una vuelta discreta y acumula un total de -3 tras tres rondas. A pesar del esfuerzo y la experiencia de ambas, no han logrado encontrar una dinámica que les permita acercarse a las posiciones de privilegio. En un torneo con tantas variables tácticas como el Dow Championship, la compenetración entre compañeras y el entendimiento del recorrido es vital, y aunque Ciganda y López mostraron momentos de buen juego, no fue suficiente para escalar puestos importantes en la clasificación.
Peor suerte corrieron otras dos españolas: Azahara Muñoz y Julia López Ramírez, quienes no superaron el corte. Su participación en el torneo quedó comprometida desde la primera jornada, en la que registraron una tarjeta de +9, que resultó muy difícil de remontar. A pesar de mostrar mejores sensaciones en la segunda vuelta, el margen era demasiado amplio y quedaron fuera del fin de semana competitivo. Este resultado supone un revés especialmente para Muñoz, una jugadora con mucha experiencia en este tipo de formatos, y también para López Ramírez, una de las jóvenes promesas del golf español, que sigue acumulando experiencia en su transición al circuito profesional.
La tercera española en competición, Fátima Fernández Cano, tampoco logró superar el corte. Haciendo equipo con la inglesa Caley McGinty, arrancaron con un +3 que les dejó por detrás de las 33 mejores parejas, el límite para acceder al fin de semana. Aunque intentaron recuperar terreno, no lograron el empuje necesario para cambiar el rumbo. Fernández Cano ha tenido altibajos esta temporada, y este torneo no fue la excepción. No obstante, sigue mostrando compromiso y voluntad de mejora, aspectos fundamentales para consolidarse en el LPGA Tour.