El número uno del mundo, Scottie Scheffler, uno de los grandes favoritos a la victoria final en este segundo major de la temporada, ha arrancado su participación en el PGA Championship 2025 con una vuelta de 69 golpes, firmando un sólido dos bajo par en un exigente Quail Hollow Club que hoy ya mostró su cara más dura. Aunque su juego no fue espectacular, el estadounidense logró mantener la compostura y posicionarse bien de cara a las siguientes rondas, demostrando por qué es considerado el mejor golfista del momento.
Desde el primer tee, Scheffler mostró la paciencia y el control que han sido característicos en su juego durante esta pruimera parte de la temporada que ha saldado con una sola victoria en el PGA hace dos semanas. Sus primeros hoyos fueron un reflejo de su estilo metódico, manteniendo la bola en juego y evitando errores graves en un campo que, con sus largos par 4 y exigentes greens, castiga cualquier desliz.
Un comienzo estable con margen de mejora
Scheffler arrancó el día con una estrategia conservadora, priorizando la precisión sobre la agresividad. En los primeros nueve hoyos -del 10 al 18 para él. Scheffler empezó con bogey al 11 y birdie al 12 para terminar sus primeros 9 hoyos con un espectacular eagle en el 15 y un doble bogey en el 16 que dejaban las cosas con un discreto -1 que le servía para encarar sus nueve segundos hoyos en esta primera ronda de torneo. En esos segundos nueve, el número 1 mundial firmó tres birdies más y un solo bogey en el 5 que le srivió para terminar con esos -2 que no dejan de ser una buena vuelta para empezar.
El Quail Hollow Club no ha dado tregua en esta primera jornada del torneo. Con banderas complicadas y el viento haciendo de las suyas, la mayoría de los jugadores han tenido que batallar para mantenerse en números rojos. Scheffler no ha sido la excepción, pero su capacidad para minimizar errores y aprovechar las oportunidades de birdie ha sido clave para mantenerse en una posición competitiva. Por otro lado, sus principales rivales por el título en las casas de apuestas y, seguramente, entre los aficionados en general, también han mostrado sus credenciales. Rory McIlroy, gran favorito en este torneo, tuvo una jornada irregular con momentos brillantes pero también errores costosos. Mientras tanto, Jon Rahm, representante español, ha tenido un arranque prometedor, manteniéndose cerca del líder provisional con -1.
Con esos 69 golpes en su tarjeta, Scheffler ha demostrado que, aunque aún hay margen para mejorar, sigue siendo uno de los principales contendientes para llevarse el título. Si logra afinar su putt y mantiene su precisión con los hierros, es probable que en las siguientes jornadas pueda escalar posiciones y acercarse a los líderes del torneo.
La segunda ronda será clave para sus aspiraciones. Un buen comienzo en los primeros nueve hoyos podría darle el impulso necesario para colocarse en una posición favorable antes del fin de semana. Con el nivel que ha mostrado a lo largo de la temporada y sobre todo el año pasado nadie duda de su capacidad para remontar y luchar por su segundo título del PGA Championship.
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