Sergio García, que no pudo hace un par de semanas jugar el PGA Championship al no estar clasificado entre los mejores del Ranking Mundial, pero que si jugó el Masters de Augusta en su condición de ganador de la edición de 2017, se perderá en unas semanas -el torneo se juega del 13 al 16 de junio- el tercer major de la temporada, el US Open donde no estará a pesar de hacer una gran clasificación en la que cayó eliminado de una manera absolutamente cruel.
La historia comienza en el hoyo 16 del Dallas Athletic Club, sede del primero de los 11 clasificatorios finales con sede en Estados Unidos. Después de alcanzar el par 5 con cinco bajo par ese día y situado en una de las once plazas que daban un puesto en el Us Open, García firmaba un doble bogey para caer en la clasificación a tres bajo par, donde ya había un buen número de jugadores. Finalmente llegó a la casa club con tres bajo par, y cuando el juego concluyó, el era uno de los siete jugadores en el campo con tres bajo par y solo quedaban seis lugares para el US Open.
Siguió entonces un desempate de siete de seis en el primer hoyo, y García fue el único jugador del grupo que cometió un bogey, convirtiéndolo en el primer (y único) perdedor del desempate. Después de 37 hoyos de golf de vida o muerte, el ex campeón del Masters se había quedado corto y su único lado positivo fue su estatus de primer suplente.
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