Xander Schauffele (-9) humilló a Valhalla, a los majors (por segunda vez) y los 155 rivales de este PGA Championship. Sus 62 golpes, así como leen, sesenta y dos, no son de este planeta. Daba igual que el campo y especialmente los greenes estuvieran receptivos, incluso más lentos de lo que los jugadores se esperaban, su tarjeta de hoy es simplemente un disparate y una consecuencia de que ahora si se juega al golf mejor que nunca. En los primeros 156 años de disputa en los majors nadie había bajado de 63 golpes, y en los últimos ocho años hemos visto en cuatro ocasiones firmar tarjetas de 62 golpes; Branden Grace hizo la primera en la tercera jornada del Open Championship de 2017 en Royal Birkdale y Rickie Fowler y el propio Xander Schauffele lo consiguieron en el estreno del US Open el año pasado en Los Ángeles Country Club.
Obviamente el resultado de Xander dinamita este segundo major, donde un trio compuesto por Mark Hubbar, Sahit Theegala y Tony Finau persiguen al líder a tres golpes de distancia. Rindieron algunos de los principales favoritos a buen nivel y Rory Mcllroy en un favorable turno de mañana dejó un -5 esperanzador. Brooks Koepka (jugó también por la mañana) se abre paso a codazos a las puertas del top-10 con -4, empatado con el número uno, Scottie Scheffler que jugó por la tarde. Mérito tiene la ronda del tejano que arrancó embocando un eagle desde cerca de 150 metros. No podemos decir lo mismo del +1 de Tiger Woods que volverá a jugar contra el corte establecido ahora mismo en -1.
Con respecto a los jugadores españoles, Jon Rahm (-1) y su remontada le llevaron hasta el puesto 46º empatado con Adrián Otaegui, en un ronda del vasco, también de menos a más. Oategui gana de momento la partida y la lucha por la escalada olímpica a David Puig, al que nada salió en el día que completó el campo con +1, con muchas mejores sensaciones de lo que reflejó su tarjeta.
VEA LOS RESULTADOS