Bernhard Langer y su hijo Jason han protagonizado una exhibición en la jornada final del PNC Championship, tradicional torneo de padres e hijos que cierra la temporada, para lograr un sólido triunfo con una ronda final de 59 golpes para un total de -25, lo que les ha dado dos golpes de ventaja sobre la familia Duval. "He visto jugar muy bien al golf, pero lo de hoy ha sido impresionante", comentaba un orgulloso padre, Berhard, sobre su hijo Jason, de 23 años que trabaja de analista financiero en Nueva York. Los números le salieron hoy a Jason sobre todo sobre los greenes de Ritz-Carlton Golf Club donde dio un recital embocando un putt tras otro. Los Langer arrancaron con 10 birdies en sus primeros 11 hoyos. Con este título, Langer alcanza el récord del torneo con cinco victorias, la de hoy es la tercera que consigue con su hijo Jason.
El principal atractivo del torneo ha sido sin duda la presencia de los Woods; Tiger y Charlie nos regalaron una gran jornada final que resolvieron con una tarjeta de 61 golpes (-11) que unidos a los 64 de ayer les dejó en la quinta posición final del torneo con -19. Aunque en esta ocasión el resultado es lo de menos, Charlie sosprendió por su potencia desde el tee, con solo 14 años el pequeño de los Woods es capaz de sobrepasar las 300 yardas con solvencia, Charley, hoyo en día, todavía en fase de crecimiento, tienen una pegada muy parecida a la de su padre. Con lo que respecta a Tiger, las sensaciones fueron incluso mejores que las del Hero World Challenge; el ganandor de 15 majors se mostró preciso y potente desde el tee, y dio una mejor versión de su juego corto. Si el físico le respeta, hay motivos para ser optimistas con la vuelta de Woods en 2024.
El otro protagonista del día fue el pequeño Will, hijo de Annika Sorestam de solo 12 años. El participante más joven del torneo conquistó al público tanto dentro como fuera del campo, "Ha sido la mejor semana del año", comentaba el niño con los ojos vidriosos emocionando a la entrevistadora y a su propia madre que confesaba a la televisión americana, que en el hoyo 18, en medio de los aplausos ante su llegada a green , su hijo le había pedido que 'caminaran más despacio para disfrutar aún más del momento'. Y es que, a lo largo de la temporada hay muchos e importantes torneos en el calendario, pero ninguno como el PNC ofrecen escenas tan tiernas y emotivas.
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