Dos birdies salvadores que bien pueden cambiar el destino de una temporada; Jon Rahm tiró de coraje cuando todo parecia perdido, cuando las sensanciones y el juego del de Barrika no respondían, 'Rahmbo' se inventó un brillante final de ronda que puede suponer un punto de inflexión y una inyección de moral que mantiene intactas sus esperanzas de ser el primer español en coronarse como ganador de la FedEx Cup.
De estar casi descartado con +1 en el día, y un mundo por detrás de Scottie Scheffler, a concluir la primera jornada del Tour Championship a solo tres golpes de los líderes y limar las diferencias con el número uno, que llegaba como líder de la temporada a este torneo final. Dos birdies en los dos últimos hoyos, dos putts de alrededor de tres metros que hicieron a Rahm terminar con 69 golpes empatado en la séptima plaza tras los primeros 18 hoyos. Más mérito tiene el final de Jon, teniendo en cuenta sus tres bogeys consecutivos del hoyo 14 al 16 que hubieran noqueado a cualquier otro jugador.
Colin Morikawa, fue el gran protagonista del torneo con el que acaba la FedEX Cup. El jugador californiano firmó 61 golpes en Atlanta para sellar la mejor vuelta de su carrera en el PGA Tour y alcanzar el liderato en 10 bajo par compartido con Viktor Hovland (68) y Keegan Bradley. Scottie Scheffler, que había salido con ese número a jugar debido al bonus por la temporada, firmó un 71 con un triple bogey en el hoyo 15 que le dejó a un golpe de la cabeza.
Rory McIlroy, compañero de partido de Rahm y que defiende el título logrado el año pasado, sufrió un muchísimo en el campo a causa de una lumbalgia. El norirlandés aguantó con entereza y firmó el par del campo con un mérito enorme y comparte la séptima plaza con Jon Rahm a tres golpes de la cabeza del torneo.