El Open Championship de Jon Rahm (-7) ha sido bastante decepcionante, especialmente si se tiene en cuenta las ganas que el de Barrika le tenía a esta 150 edición en St. Andrews. Pero algo está claro, su juego en los greenes hace unos meses que no es propio de un número 3 del mundo, y en un links como este es algo que penaliza mucho.
Aún así, vuelta de 70 golpes (-2) para concluir en -7 total, a más de 10 golpes del campeón, y con sensaciones de tener mejor juego que resultado, pero el putter no ha ayudado, incluso cambiándolo tras la primera jornada. Hoy arrancaba con mal pie, haciendo una secuencia de bogey-doble bogey en 3 y 4, pero remontaba sin más fallos y con birdies en 5, 6, 9, 14 y 18.
Pero la peor noticia para Rahm iba a llegar tras entregar su tarjeta, cuando se enteraba de las declaraciones de Sergio García en las que confirmaba su abandono del DP World Tour, con la consecuencia de, seguramente, decir adiós a la Ryder Cup.
Si algo tuvo bueno el equipo europeo en la pasada Ryder fue la pareja Rahm-García, que recordaba a los buenos tiempos de Ballesteros-Olazábal, algo que, si nada cambia, parece que no se volverá a ver en el mítico duelo Europa vs Estados Unidos. Y eso a Rahm le duele mucho: “Más allá de los circuitos, lo de la Ryder Cup me jode todavía más. Que por estas tonterías haya jugadores como él que no pueden jugar la Ryder me cabrea mucho. Que, por todo esto, el mejor jugador de la historia de la Ryder no vaya a estar me parece muy difícil de entender”, confesaba el jugador vasco.
Queda mucho por hacer y por solucionar en el golf mundial, y así conseguir que únicamente se hable de golf en los torneos.