Ya contábamos ayer que el PGA Tour está muy interesado en convertir el Charles Scwab Challenge en todo un acontecimiento mediático. Tanto es así, que ha pedido a algunos jugadores que lleven un micrófono mientras juegan. Una petición que no ha sentado del todo bien entre el field de jugadores.
De momento, el único que sepamos que se ha prestado a microfonarse es Rickie Fowler que juega las primeras rondas con Justin Thomas, novato en el torneo y uno de los primeros en negarse a que se le escuche desde casa, y a Jordan Spieth que aseguró que prefiere “ver como van las cosas antes y valorar que no sea una distracción” mientras juega, aunque entiende que la televisión le pueda sacar partido.
Por el contrario, Thomas está cerrado en banda. No quiere que nadie sepa lo que habla con su caddie o con sus compañeros de partida. “Si quiero que algo se sepa, lo diré en la sal de prensa”, zanjó el estadounidense.