No podía irse Jon Rahm de su primera Ryder Cup y, además en suelo europeo, sin una victoria, después de las dos derrotas que había sufrido el viernes y el sábado y que le habían dejado un muy mal sabor de boca después de la ilusión con la que había llegado al equipo de Thomas Bjorn.
Rahm había visto ayer por la tarde como la fortuna le había deparado un rival muy complicado para el partido de individuales, todo un Tiger Woods, ganador del último torneo de la FedEx Cup, pero el vizcaíno no se arredró en absoluto y muy al contrario su motivación creció aún más para intentar ganar un partido que iba a ser, seguro muy complicado.
Tras la primera parte del recorrido, Rahm terminaba con uno por encima gracias a dos hoyos ganados y uno solo de Tiger. El partido estaba muy apretado y los nueve segundos iban a ser fundamentales para ambos jugadores y ambos equipos.
Tras los siete segundos hoyos, del 10 al 16, la historia se complicó para el vizcaínio con dos ganados por Rahm y otros dos por Tiger con lo que al 17 Rahm partía con uno de ventaja y dos por jugar pero con una sensación complicada tras haber fallado en el green del 16 un putt de medio metro para mantenerse con dos de ventaja.
Pero en el 17 un enorme birdie de Rahm acabó con el partido y sumó otro punto fundamental para el eqiopo europeo.