No le han ido mal las cosas a Tiger Woods en su retorno al PGA Tour en este Farmers Insurance Open tras un auténtico calvario en el que ahora parece que la espalda está en condiciones de aguantar la presión de una competición como esta. La mejor y más exigente del mundo del golf.
Hoy, tras sus primeros 18 hoyos, Tiger ha terminado al par del campo tras firmar tres bogeys y tres birdies que es verdad que le dejan alejado de la cabeza, a siete golpes del solitario líder del torneo, Tony Finau, pero con buenas sensaciones, con un swing acorde a su calidad y con mucho margen de mejora en el futuro.
Tiger ha vuelto y se ha visto muy acompañado, muy arropado con el público que ha seguido su partido y que le jaleaba y se volvía casi loco cuando el norteamericano a punto ha estado de hacer hoyo en 1 en el 16. Al final, Tiger cerraba su primera vuelta con 72 golpes, +1 en los 9 primeros y -1 en los nueve segundos.
Da la sensación que hoy lo importante no era su resultado sino sus sensaciones y mañana tendrá que hacer una buena vuelta si quiere pasar el corte y seguir mejorando posiciones en un campo que domina a la perfección y en donde ha ganado hasta en ocho ocasiones.