Se esperaba algo más de Jon Rahm en esta tercera jornada del Masters de Augusta, la del movimiento, pero el vizcaíno no estuvo fino con los hierros medios y lo notó en los tremendos greenes de Augusta quedándose algo descolgado de la lucha por la victoria en una jornada en la que se han apuntado muchos a luchar por una Chaqueta que a estas alturas desde luego no tiene dueño.
En los primeros nueve hoyos de Rahm, la ilusión llegaba con par al uno y dos birdies seguidos en el dos y el tres que hacían augurar una gran vuelta pero en el cuatro llegaba el primer bogey de una jornada en la que su tarjeta tendría mucho movimiento.
Los nueve primeros se cerrararon para él con uno abajo y buenas sensaciones pero en los nueve segundos, en el 12, en teoría un hoyo sin muchas complicaciones -un par tres a tiro de wedge,- Rahm se fue al agua y se complicó su resultado. Después del doble bogey, un birdie en el 13 parecía arreglar las cosas pero en el 16 otro bogey más lo dejaba al par en el día y con sólo uno por debajo, a siete golpes del lider.
En el 17 Rahm no logró tampoco hacer el par y en el 18 cerró su tercera jornada con uno sobre par y con todo por hacer en la cuarta jornada. Rahm necesita un buen día mañana si quiere optar a la victoria y hasta el último hoyo abrá que contar con el.