Todos los grandes de este deporte ‘pelearán’ por vestir el domingo 10 de abril, aunque no les siente bien el color, la chaqueta verde más bonita del universo. El Augusta National Golf Club abre sus puertas para que los aficionados puedan acercarse a los más grandes del golf. ¿A todos? A Tiger Woods no.
Ya sabemos que Tiger Woods no es aquel jugador que admirábamos tanto. Ese al que todos intentábamos imitar, no estará en Georgia disputando el Masters. Tiger si se acercará a la cena de campeones pero no veremos su swing golpeando la bola y levantando gritos de admiración. El cuatro veces ganador en Augusta ha decidido por su bien no jugar. Y eso, no sólo le duele a él sino que al torneo le hace daño al menos al comienzo.
Antes del jueves los aficionados que vayan al Augusta National y los que estemos viendo el Masters por televisión, le añoraremos. Su ausencia sigue siendo muy notable aunque el californiano no esté en optimas condiciones y que las apuestas, si jugase, no serían favorables a Tiger Woods porque lleva tiempo jugando ‘mal’. Desde que él apareció en este deporte, el golf a nivel de patrocinadores y de espectadores se revolucionó favorablemente. Hay un antes y un después de Tiger Woods.
Es verdad que cuando se dé el primer golpe desde el tee del 1 el jueves 7, la mayoría nos olvidaremos del ausente Tiger Woods. Es cierto que a partir de ese instante, nos fijaremos en lo que hagan Jason Day, Jordan Spieth o Rory McIlroy. Y qué los españoles, estaremos muy pendientes de Sergio García y de Rafa Cabrera-Bello. El viernes ya casi no nos acordaremos de Tiger y que durante el fin de semana, el glorioso pasado de Woods sólo será un recuerdo. Durante el sábado, el deporte es así, Tiger Woods ya no ‘existirá’ en esta edición del Masters de Augusta. El estadounidense sólo aparecerá en los videos que recuerden a los ganadores de la ‘chaqueta verde’. El domingo 10 de abril sólo nos interesarán los que estén peleando por ganar. El vencedor volverá a ser portada del golf y la gloria del presente hará que se nos olvide que un día hubo un fenómeno llamado Tiger Woods, que atraía las miradas de todo el universo golfístico. Incluso cuando no jugaba como en esta edición, se le ha echado de menos pero sólo hasta el jueves.