Cuarto Major

Normalmente se celebra cuatro semanas después del British y a muchos nos pillaba de vacaciones. A la vuelta cuando repasabas la grabación ya no tenía el interés del vivo y el directo, pero este año espero disfrutarlo desde casa.

En 2015 hemos visto más golf-links que nunca, eso quiere decir que las retransmisiones han acaparado mucho mas mi interés por ver un golf distinto. La dulzura y distinción del Masters, la fuerza y emoción del Us Open y la espiritualidad del British contrastan con el PGA Championchip.

Frente a las repetitivas imágenes de golpes desde la calle en donde el segundo golpe se efectúa con un wedge en los pares cuatro, en los pares 5 se llega de dos golpes con un hierro medio, y en los pares tres hay que esconder la bandera para que tengan una mínima emoción, y no hablemos de los putts donde la duda es si entran o se quedan a un palmo del agujero, el hecho de que se celebre en Whistling Straits vuelve a abrir muchas mas posibilidades, ya que el campo es un links y eso quiere decir aguzar el ingenio, mover bien los palos y tirar del manual de golpes bajos, putts largos y aprovechar bien los putts de menos de 2 metros que acostumbran a ser muchos.

En España no disponemos de campos con esas características, por eso apreciamos mas la dificultad que conlleva el jugar en campos links. Soy de los que piensan que hay que dotar de las máximas posibilidades al campo, para defenderse de los buenos "maestros" y por hacer un símil taurino, hay que torear en buenas plazas con ganaderías de bravura contrastada, no valen los campos "afeitados".

El festuca, la rapidez de los greenes, la estrechez de las calles, el viento, las trampas de arena y la situación de las banderas (todo ello en su justa medida) son elementos indispensables para luchar dignamente contra la evolución de los materiales de golf.

Esos son los alicientes para presenciar una buena corrida, que el jugador gane al campo, pero con una buena faena, con un buen repertorio de pases (golpes) y decidir con el estoque (putter).