Si en la PGA el dominio europeo es claro, en la LPGA esta semana es la noruega Suzanne Pettersen la que parece que tiene todas las de ganar y no porque tenga una gran diferencia sobre sus más inmediatas perseguidoras, sino porque está jugando de maravilla, mantiene una gran regularidad en sus tarjetas -66, 65 y 66 golpes- y parece que su juego se adapta perfectamente al campo canadiense donde ni siquiera las números 1 y 2 del Ranking Mundial están haciendo un gran torneo.
Y es que Lidya Ko, una de las grandes favoritas, no termina de arrancar esta semana. Si a punto estuvo de no pasar el corte -algo que no le había pasado en sus últimos 53 torneos- ayer la neocelandesa, que firmó 68 golpes, sigue con -9 muy lejos de la victoria y en una trigésimo segunda plaza a la que no suele estar acostumbrada. Su gran rival en la lucha por ese número 1, la coreana Imbee Park, bajó ayer su rendimiento y acabó también con menos nueve, empatado con Ko y en espera de resolver su duelo este domingo.
Pero no todo está decidido en esta edición del Manulife LPGA Classic, ni mucho menos. Tras la noruega, la colombiana María José Uribe, con -18 y la estadounidense Cristie Kerr, con -17 lucharán hoy al máximo por el triunfo y por detrás de ellas jugadoras como Pernilla Lindberg, -15, y Kattie Burnet, Brittany Lang y Yanni Tseng, 14, no están en absoluto descartadas para la victoria.
Quienes si lo están son las dos españolas que sobreviven esta semana. María Hernández no tuvo ayer su día y con una tercera vuelta de 77 golpes ha bajado hasta la penúltima plaza con -1 mientras que Belén Mozo acabó con terminó con -3 y sexagésimo cuarta.