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Se queda sin el "McIlroy Slam"

Rory McIlroy.
Rory McIlroy.

Rory tendrá que esperar para ganar el Masters

domingo 12 de abril de 2015, 23:14h
Llegaba Rory Mcilroy a este Masters de Augusta sabiéndose uno de los grandes favoritos pero en ningún momento del torneo el actual número uno del mundo a dado sensación que podría ponerse la Chaqueta Verde el domingo. 

En su sèptimo Masters de Augusta Rory McIlroy tampoco consiguió la Chaqueta Verde y eso que en todas las casas de apuestas del mundo el número uno salía como principal favorito a conseguir una Chaqueta Verde que el año pasado estuvo a punto de lograr si no hubiera sido por ese 80 del último dia con el que seguro que sueña algunas noches todavía.

Pero quizá ese favoritismo con el que partía desde el tee del 1 el jueves no le haya hecho mucho bien aunque eso es lo que tiene, entre otras cosas, ser el mejor jugador del mundo. Y es que McIlroy se dio cuenta muy pronto, como casi todos nosotros, que estaba un peldaño o dos por debajo de la gran estrella de este torneo y del nuevo orden del golf mundial, Jason Spith.

McIlroy firmó en las dos primeras jornadas dos tarjetas de 71 golpes, suficientes por cuatro impactos para pasar el corte pero absolutamente insuficientes para luchar por una victoria que se agigantaba hoyo a hoyo según iba avanzando el torneo y la tarjeta de un Spieth que tenía en el norirlandés a una de sus referencia que, poco a poco, se iban disipando con el paso de esos hoyos en los que no conseguía reducir diferencias.

En la jornada del movimiento, McIlroy mejoró sus cifras pero los 68 golpes que firmó en el "Moving Day" no fueron suficientes para albergar ilusiones de cara a dar caza al líder. Solamente le sirvieron para emparejarse en un partido que otras temporadas hubiera sido el estelar, sin duda, con su compañero de equipo en Nike, Tiger Woods, que como él tampoco ha brillado en Augusta aunque con lo que lleva a sus espaldas lo de Tiger es para levantarse y ponerse a aplaudir.

En esa cuarta y definitiva jornada McIlroy necesitaba empezar su vuelta al 110% pero en los nueve primeros hoyos acabó con dos buenos birdies al 7 y al 8 pero insuficientes para poner nervioso a un líder que durante toda la jornada se mantuvo impertérrito y tranquilo ante los pocos ataques de unos rivales que en ningún momento le incomodaron.

En la última parte del recorrido Rory lo siguió intentando pero sin fortuna. Las diferencias eran ya muy altas y sus posibilidades remotas. Con tres birdies hasta el quince el norirlandés terminó con birdie al 18, 66 golpes y un -12 que le daba la cuarta posición en solitario y acordándose demasiado de las dos primeras vueltas en las que, posiblemente, perdió el Masters.

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