Seis miembros del equipo europeo de la Ryder Cup siguen disfrutando en Escocia

Tras la fiesta de la Ryder Cup y la victoria europea la normalidad vuelve al circuito con un torneo diferente que se jugará en tres de los mejores y más espectaculares campos de Escocia como St. Andrews, Carnoustie y Kingbars, tres campos que apenas distan de Gleneagles una hora en coche.

Quizá esa haya sido la razón principal por la que cuatro de los doce jugadores que formaron la semana pasada el equipo europeo de la Ryder Cup se hayan quedado en tierras escocesas para disfrutar de este torneo que se juega bajo la modalidad de Pro-Am y que es más un evento social de primera magnitud que un torneo al uso del golf europeo profesional.

Además de McIlroy, número uno del mundo y una de las grandes estrellas en esta Ryder recién terminada juegan esta semana el alemán Martin Kaymer, ganador del torneo en 2010, el francés Victor Dubuisson y el jugador local Stepehn Gallacher, que no tuvo una actuación muy brillante en Gleneagles pero que como ganador de este torneo -consiguió la victoria en 2004- querrá resarcirse y volver a jugar a su máximo nivel.

Con ellas estarán también dos miembros del staff técnico del equipo, el capitán Paul McGuinley, que no hace más que recibir parabienes de todos el mundo -profesionales y aficionados- y que está deseando volver a la normalidad del jugador casi dos años después de su nombramiento y Padraigh Harrignton, uno de los cinco vicecapitanes del equipo europeo.

El torneo, que tiene una dotación de cinco millones de dólares contará también con la presencia del ganador del torneo el año pasado, David Howell y con la participación de nueve jugadores españoles -Carlos del Moral, Nacho Elvira, Adrián Otaegui, Jorge Cammpillo, Eduardo de la Riva, Rafa Cabrera Bello, Pablo Larrazábal, Alejandro Cañizares y Álvaro Quirós- que intentarán conseguir una nueva victoria española en un año excelente para el golf de nuestro país.