Previamente al fin de semana del Gran Premio de Aragón, Jorge Lorenzo ha hablado extensamente con motogp.com sobre la actual temporada y sobre sus esfuerzos por reencontrarse con la victoria.
El complicado comienzo
de temporada del Campeón del Mundo de MotoGP en 2010 y 2012 está bien
documentado, y ahora reflexiona sobre lo sucedido en las primeras carreras del
año con la perspectiva de varios meses y desde una posición más ventajosa.
Mirando hacia atrás, Lorenzo comento que, "el problema con
el neumático duro es que con nuestra moto necesitamos una buena velocidad en
curva para compensar las desventajas que tenemos en aceleración, velocidad
máxima o en la entrada en curva, y sufrimos cuando no tenemos esa ventaja en el
paso por curva, Además, mi condición física al comienzo del año era muy mala
debido a las tres operaciones que tuve en invierno y la falta de un programa de
entrenamiento en pretemporada. Comencé a entrenar más tarde de lo normal".
El piloto de Yamaha MotoGP continúa diciendo que, "además de
eso, la moto era muy inestable debido a los cambios hechos para correr con un
litro menos de combustible. La
combinación de estas tres cosas me hizo pasar de ganar carreras, como al final
del año pasado, a ser un segundo más lento en muchos entrenamientos, a obtener
malos resultados y a cometer errores. Todo salió mal, y esas tres cosas crearon
un círculo vicioso que afectó a nuestro rendimiento".
Aunque no ha recuperado la prodigiosa forma que exhibió en
las temporadas de sus títulos o durante la segunda mitad de la campaña 2013,
Lorenzo se ha sobrepuesto a ese difícil período de principio de curso (en el
que sumó solo 22 puntos en las tres primeras carreras) y ahora vuelve a ser un
candidato regular a las plazas del podio.
El mallorquín considera que los Grandes Premios en Barcelona
y Silverstone fueron momentos clave para recuperar el nivel que permite pelear
por el podio de manera habitual en MotoGP. "El lunes después de la carrera de
Barcelona, Yamaha trajo unas piezas que hicieron el motor más flexible y, por
tanto, yo podía rodar más cómodo, ser más constante y más rápido en cada
vuelta".
"También hicimos un trabajo increíble en Silverstone", añade
el balear rememorando su vibrante duelo con Marc Márquez y el segundo puesto
final en la carrera de Gran Bretaña. "Fue casi un milagro, pero habíamos
trabajado muy duro para configurar la moto. Creo que nunca había trabajado tan
intensamente durante un fin de semana. Seguimos encontrando soluciones en el
warm-up, y en la carrera pude pelear con Marc por la victoria. Fue gracias al
trabajo que habíamos hecho en la moto. Si no hubiéramos hecho todo este trabajo
probablemente habría terminado por detrás, sobre el quinto puesto".
Lorenzo espera ahora conseguir pronto su primera victoria
del año y estima que tiene los medios para conseguirlo: "Nunca he dudado de mi
potencial ni del equipo. Sabía que nuestro problema se debió a una combinación
de circunstancias, no nos convertimos de pronto en perdedores o en personas
incapaces de hacer su trabajo. Fue algo temporal y se debió a cuestiones
profesionales, personales, ligadas con la mala suerte, problemas técnicos,
problemas de neumáticos y errores que yo cometí. No habíamos planificado
suficientemente la pretemporada y fue una mala etapa".
Para terminar diciendo, "en una situación así, algunos
deportistas se hundirían y tocarían fondo, afortunadamente no fue mi caso. Creo
que podemos ganar de nuevo y eso es por lo que estamos luchando".