Tiger Woods ha vuelto a encender todas las alarmas. En el hoyo 8 de la cuarta ronda ha dicho basta y se ha retirado del WGC Bridgestone. No estaba siendo su mejor edición. El hombre con ocho victorias en este escenario estaba muy lejos de la cabeza con +4, y las preocupantes dolores en la espalda han sido la gota que ha colmado el vaso en un año que no está siendo nada postivo para el exnúmero uno.
Operado a fiales de marzo de un pinzamiento en la espalda, Tiger había vuelto en el Quicken Loans National, donde no paso el corte. Después en el Open tampoco pudo hacer una gran actuación terminando en su peor posición en un Open con una ronda final de 75 golpes. En su décima ronda tras su operación Tiger ha vuelto a tener molestias. "Una lesión de esplada no es como la rodilla o el talón de Aquiles", asegura, y reconoce que su vuelta quizá haya sido precipitada.
Su presencia en el PGA Chamionship de la semana que viene está de nuevo en cuestión, y preguntado por el asunto ha declarado un simple "no lo se". Tiger se queda, además, muy lejos de los 125 puestos para los play off de la FedEx Cup. Ganador en dos ocasines de la FedEx Cup, no se clasificó en 2011 para los play off también por las lesiones de rodilla y talón de Aquiles, y su participación en la Ryder queda también en el aire a la espera de cómo reaccione deestos dolores que han regresado y han encendido de nuevo todas las alarmas.
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