Estuvo a punto de conseguirlo pero al final no lo logró. El castellonense terminó a dos golpes de Rory Mcilroy después de salir con seis de desventaja. Lo dio todo pero el bogey del hoyo 15 terminó con sus posibilidades de hacerse con la Claret Jug.
Lo intentó todo e incluso firmó un espectacular eagle en el hoyo 10 que nos hizo soñar con un milagro que parecía casi imposible al principio de la jornada. Pero Sergio no se rindió en ningún momento. El Open Championship es uno de sus torneos favoritos y da la sensación de que si alguna vez gana un Major ese será el Open Championship.
Hoy estuvo cerca y ya en el hoyo 1 dejó claras sus intenciones con un gran birdie que empezaba a reducir distancias con McIlroy. En esos primeros nueve hoyos el castellonense firmó tres birdies al 1, al 3 y al 5 que hacían presagiar una gran batalla. El campo estaba para hacerlos y Sergio, con un gran juego y con varias oportunidades más de seguir reduciendo distancias, cerró los primeros nueve hoyos con esos tres bajo par que hacían concebir esperanzas sobre todo porque McIlroy no estaba jugando como en los días anteriores.
En los nueve segundos Sergio siguió jugando al mismo ritmo, arriesgando lo justo e intentando sacar birdies casi de donde no los había. Tras el eagle del 10 cuatro pares seguidos, incluido el del 14, el hoyo más complicado del campo, para encarar del 15 al 18 con opciones de seguir reduciendo distancias y forzar un posible desempate.
Pero las malas noticias y el primer bogey del día para Sergio llegaron en el 15, un par 3 donde el castellonense mandó su bola al búnker de la izquierda de donde no la sacó hasta el segundo intento firmando un cuatro que prácticamente acababa con sus opciones de victoria. Después, birdie al 16 y al 18, par en el 17 y una gran segunda posición que le seguirá dando ganas para volver el año que viene, en St. Andrews, a intentarlo otra vez más.
Si (
No(
