Tiger llegaba a Royal Liverpool con toda la ilusión del mundo por hacer un buen torneo e incluso en las casas de apuestas le colocaba como cuarto favorito al triunfo. Pero la realidad ha sido muy diferente. Casi falla el corte y su juego está muy lejos de lo que el pretende.
Y es que para Tiger Woods, ganador del último Open Championhsip que se había jugado en este campo en 2006, este torneo tenía una importancia capital. En él estaba también el capitán americano de la Ryder Cup de Gleneagles, Tom Watson, que quería ver a Tiger y hablar con él sobre su estado físico pero también sobre su estado de forma.
Afortunadamente Woods parece que está totalmente recuperado de su lesión y posterior operación en la espalda pero lo de su juego es otra cosa. Y es lógico. En cuatro meses sólo ha jugado seis rondas completas incluidas estas de Royal Liverpool por lo que es lógico que su juego esté muy lejos de los estándares de calidad de casi cualquier jugador que haya tomado parte en el torneo.
Como dato referencial para ver las reales posibilidades de que Tiger esté en la Rder Cup hay que destacar que el capitán americano Tom Watson, que también pasó el corte ha terminado 18 puestos por delante que su pupilo, algo que seguro dará que pensar a Watson, que a pesar de todo ya dijo que "¿quien no quería tener a Woods en su equipo?"
En esta última jornada Tiger terminó con 75 golpes, +3 en el día de hoy y un +6 que le dejaban sexagésimo noveno en solitario con sólo tres jugadores más, Kaymer, Every y Gibson por debajo de él entre los que lograron superar el corte del viernes.