Los neumáticos de segunda mano se comercializan en el mercado sin superar ningún control de calidad. No se conoce su origen, ni la "vida" que han llevado, no pasan ningún tipo de control, no se revisa la integridad de su estructura interna, clave para garantizar la respuesta en todas las condiciones de circulación, ni el kilometraje ya cubierto, fundamental para asegurar un buen nivel de adherencia en mojado y en seco.
Los grandes profesionales del sector de las cubiertas de reposición no comercializan neumáticos potencialmente peligrosos para el automovilista, pero no existe ninguna reglamentación que impida su venta, como ya sucede en otros países de la Unión Europea , caso de Gran Bretaña, o países emergentes como Brasil. "No tiene sentido que, por un lado, la administración imponga los máximos controles a los neumáticos nuevos para su venta en nuestro país, caso de la etiqueta europea con los niveles de ruido, la ausencia de materiales contaminantes, etc... y que, por otro lado, esa misma administración no imponga ningún tipo de control a estos neumáticos usados", explica Eduardo Salazar, Director General de Grupo Andrés.
Ya son más de 300.000 coches los que ruedan con estos neumáticos potencialmente peligrosos, pero la cifra aumenta día a día por cuanto dichas cubiertas son las primeras elegidas por los propietarios de automóviles con 10 años de vida o más, copando ya más de 60 por ciento de las ventas.
La peligrosidad de los neumáticos de segunda mano se multiplica en la época estival. Viajes largos, coches cargados y asfaltos recalentados son tres factores que facilitan los reventones y las pérdidas de banda de rodadura, además de prolongar la distancia necesaria para detener el vehículo en cualquier situación comprometida.
El envejecimiento del parque automovilístico español es un hecho incontestable: su edad media supera ya los 10 años de existencia. Los usuarios de los vehículos más veteranos, que son los primeros consumidores de esta clase de neumáticos, aún no son conscientes de sus riesgos. El Director General de Grupo Andrés es contundente: "Estamos equipando nuestros vehículos cotidianos, los que utilizamos para llevar a nuestras familias, con los "desechos" de otros países".
El mercado español de cubiertas de reposición para turismos, se mueve entre 15 y 17 millones de unidades anuales, consolidando el negocio de casi 30.000 talleres especializados en toda la Península.